Pasar al contenido principal
CERRAR

Maruja Vieira: la hora de las campanas

El sábado 28 de octubre del 2023 fue la hora de las campanas, como dice en su poema «Visión de infancia», el momento «cuando se cierran los abismos».
Camila Charry

Defenderé tu luz
de esta sombra.

- Maruja Vieira

El 26 de octubre hablaba con mis estudiantes de la cátedra de Escritoras Colombianas de la Universidad Javeriana, sobre Maruja Vieira. Les contaba precisamente que cumpliría 101 años este 25 de diciembre y que su obra, como su vida, son la evidencia de una mujer que pensó y vivió este siglo con intensidad y con la certeza de que la poesía sirve para atravesar el tiempo de manera consciente y amplia, como ella lo hizo.

Hoy es la hora de las campanas, como dice en su poema «Visión de infancia», el momento «cuando se cierran los abismos», cuando finalmente llega la muerte para, pensando en César Vallejo, completar al ser humano, unir el principio con el fin en esa totalidad y afirmar lo que hemos sido.

Maruja Vieira fue poeta y periodista; su escritura no se limitó a la mera contemplación de lo que la rodeaba; desde su lenguaje revisó y penetró lo que humanamente nos constituye, el amor y su ausencia, el tiempo fugaz, la infancia como rescoldo; enunció los males de un país desigual y tocado por la violencia, trazó un mapa estético entre los artistas y escritores que admiró; nombró sus propios deseos y, en aquello tan íntimo, reveló y abrió un camino para toda una generación de poetas; viajó y dejó el itinerario de sus búsquedas y hallazgos, en fin, nada se le escapó.


También te interesa: 


Su obra está compuesta por más de diez libros, siendo Una ventana al atardecer (2019), el último, y varias antologías, las más recientes Antología personal (2017) de la Universidad de Antioquia y El nombre de antes (2021) del Ministerio de Cultura. Dos de sus poemas fueron publicados este año en el último número del fanzine La trenza, acompañados por un breve y bello ensayo de la poeta Violeta Villalba.

Maruja Vieira nació en Manizales en 1922. Escribo esto hoy, mientras suena al fondo la canción «Ando rodando» de Gustavo Santaolalla, que hace eco hoy a la mirada de Maruja sobre lo que la rodeó: «Ando rodando / por mil caminos buscando / puertas abiertas / señas que me hagan ver…». Maruja buscó y vio, interrogó «a cada ser viviente», para sustraer de lo agotado la belleza, de lo humano la poesía que la sostuvo a lo largo de 100 años. Pienso también en su poema «Año nuevo de cualquier año» y en estos versos: «Un día nos detenemos a pensar / qué hay detrás de la muerte» y lo que hay detrás de su muerte, además de la tristeza de su partida, es la herencia que como escritora y pensadora nos deja.

Hablamos en la clase el 26 de octubre, de que nuestra tarea es seguir defendiendo su la luz de la sombra.

Artículos Player