En la vereda Almapoque, ubicada en el municipio de Fonseca, al sur de La Guajira, 35 mujeres afrocolombianas, raizales y palenqueras mantienen viva las memorias y las historias de sus ancestros a través de muñecas de trapo.
Ana Ludia García es una de ellas; cuenta que la iniciativa nació de un encuentro de mujeres en esa población mientras se desarrollaba un taller. Con recursos propios decidieron comenzar este emprendimiento y desde allí, han hecho de las muñecas una forma de mantener viva la cultura de su pueblo.
“Al elaborar las muñecas siento alegría porque recuerdo a mi madre, a mi abuela, cuando nos enseñaban hacer esas muñecas de trapos (…) y hacemos muchas porque nos traen recuerdos de nuestros ancestros mayores y de nuestros abuelitos”, relató Ana.
Manifiesta que al momento de elaborar las muñecas siente paz y tranquilidad, porque justamente se apoya en las imágenes en su memoria de sus abuelos, así como resalta la belleza del cabello crespo y la piel morena, propios de su etnia.
Para fortalecer las habilidades en su emprendimiento, solicitaron apoyo y formación al SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje) consolidando de esta manera su proyecto, que ha llegado a los corazones de los fonsequeros y guajiros.
Esta red de mujeres emprendedoras hace presencia en cada actividad realizada en la región: encuentros, ferias, reuniones y en cualquier espacio que le permita mostrar sus muñecas y, con ellas, la identidad de su pueblo, la raza de los afrocolombianos que, según Ana Ludia, está más viva luego del proceso de paz, ya que han logrado superar los golpes del conflicto armado.
“Hubo desplazamiento por las Farc, Auc y hace alrededor de dos años las víctimas están retornado nuevamente al territorio”, expresó.
En 2011, tras encontrar dificultades para solucionar las necesidades de la comunidad -como la ejecución de proyectos productivos-, las mujeres decidieron crear una asociación para visibilizar sus proyectos y ser un puente con el Gobierno, además, conformaron una unión de fuerza de mujeres que sueñan un mejor futuro para sus hijos.
“En 2011 decidimos crear la asociación para trabajar mancomunadamente, un día nos reunimos y dijimos: vamos a unir voces, quizás con varias voces podemos lograr que nos escuchen y trabajar por nuestros hijos”, señaló Ana Ludia.
Las muñecas de trapo se han convertido en toda una novedad en el municipio de Fonseca y la región, donde en muchos hogares ya hay una muñeca negra, elaborada por las manos de mujeres aguerridas y resilientes que les pusieron el cuerpo a las adversidades y lograron salir victoriosas.
Ana Ludia, como representante de las mujeres afro que fueron víctimas del conflicto armado, dice que sueña con crear una empresa donde puedan mostrar todo el trabajo de las mujeres de su tierra.
Hoy, desde Almapoque, que significa Alto Mamonal, Los Toquitos, Potrerito y Los Quebranchal, veredas ubicadas al suroeste del munipio de Fonseca, siguen elaborando las muñecas de trapo con las máquinas comunitarias, muñecas alegres que las representan a ellas como luchadoras y tejedoras de paz.