En la región céntrica de Nariño, el municipio de Sandoná se destaca por su habilidad en la tejeduría de fibras vegetales y la elaboración de sombreros tradicionales hechos de Iraca, o paja toquilla, una planta nativa de la zona.
Los sombreros de iraca son un artículo representativo de la artesanía local de Sandoná, elaborados por las manos expertas de artesanas que han transmitido esta técnica de generación en generación.
La Iraca es una planta fibrosa que se cultiva en el municipio de Linares, a pocos kilómetros de Sandoná, y que es conocida por su resistencia y durabilidad. La técnica de tejeduría utilizada en Sandoná consiste en trenzar cuidadosamente las fibras de la Iraca para crear sombreros de diferentes formas y tamaños, que son utilizados tanto por hombres como por mujeres en diversas ocasiones.
Para lograr un sombrero finalizado se realiza un proceso muy dispendioso, “la paja toquilla la obtenemos de los agricultores de Linares, ellos tienen sus cultivos y le hacen todo el proceso y no la venden aquí en Sandoná”, afirma el representante legal del Taller Juanita, un legado por siempre, Jorge Paz.
Jorge es hijo de la desaparecida Juanita Castillo, la mujer que logró mayor reconocimiento como artesana del sombrero sandoneño. Ella junto a más de 130 mujeres madres cabeza de familia crearon la Asociación de Artesanas de Juanita que con dedicación y alta calidad han puesto esos sombreros en pasarelas del mundo.
Más de 2.500 mujeres de Sandoná y municipio cercano organizadas en asociaciones y cooperativas dependen económicamente de la elaboración artesanal del sombrero, así lo explica la representa de la Cooperativa Femenina Artesanal Sandoná Limitada, Lilian del Carmen Rosero con más de 40 años de experiencia en el tejido, gracias al legado de su madre,“ hace más de 100 años las mujeres llevamos tejiendo sombreros acá en nuestro municipio y eso es como una herencia, una identidad que tenemos de la tejeduría y una fuente de ingresos para todas“.
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Los sombreros de Iraca son un verdadero tesoro de la artesanía colombiana y han sido reconocidos tanto a nivel nacional como internacional por su calidad y belleza. Esto permitió iniciar con el proceso de denominación de origen, hace más de una década.
“Una denominación de origen es el nombre o indicación de un lugar geográfico, que puede ser un país o región determinada, que designa un producto que por ser originario de dicha región y por las costumbres de producción o transformación de sus habitantes, tiene unas características y/o reputación que lo hacen diferente de los productos semejantes provenientes de otros lugares geográficos”, define la superintendencia de Industria y Comercio en Colombia.
Hoy, la segunda fase del proceso de denominación de origen del sombrero sandoneño ha comenzado. La Fundación Creata, entidad que lidera esta fase, ha realizado reuniones con artesanas en los talleres para informarles sobre la conformación de un comité local encargado de administrar la denominación de origen.
Según explicó el integrante de Creata, Miller Hurtado, “la primera fase le dio al sombrero de Sandoná la denominación de origen, pero la administración de esa denominación la tiene la Superintendencia de Industria y Comercio, lo que queremos hacer es un proceso para conformar un comité para que a nivel local se haga esa administración”.
Esto permitirá certificar cada uno de los talleres, promocionar la denominación de origen y posicionar el sombrero de una mejor manera, así lo reconoce la maestra Lilian “significa que va a ser identificado como nuestro sombrero de Sandoná, hecho 100% a mano y en el que invertimos desde 12 horas, hasta un mes en los sombreros extrafinos”.
La tejeduría de fibras vegetales y la elaboración de sombreros de Iraca es una muestra del talento y la habilidad de las artesanas de Sandoná, quienes han logrado preservar una técnica ancestral y transformarla en un artículo de gran valor cultural y económico.