El río Putumayo tiene una extensión de 1.800 kilómetros, nace un poco más arriba de Puerto Asís (Putumayo), y desemboca en el río Amazonas en predios de Brasil. País con el que se comparte una gran extensión de bosque y ecosistemas propios de la región.
El Putumayo, a diferencia de otros ríos ubicados en el litoral Pacífico, no sufre las consecuencias de la minería ilegal, esta es la gran riqueza que tienen los habitantes que viven a orillas del afluente. El pescado es más sano, está libre de la contaminación que provoca el mercurio, el cual es utilizado por las mafias para extraer oro.
Hélery Orozco es geógrafo de profesión y uno de los enviados por el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), para impartir educación frente a la producción agropecuaria y el manejo de los residuos sólidos, para proteger al medioambiente. Según el especialista, las tierras cercanas al río tienen gran cantidad de alimentos para las plantas.
“Estas tierras son muy ricas porque la gran mayoría de ellas son vega de río. Las vegas de río por los procesos de sedimentación tienen una riqueza mineral, en lo que implica nutrientes para cualquier cultivo. Principalmente la gente de estas zonas ribereñas del río Putumayo se dedica a cultivos bastante importantes, como el plátano, la yuca, el cacao y otros cultivos alternativos”, aseguró el experto.
Poco a poco, las familias que ven un futuro realizable a orillas del río Putumayo, salen en la búsqueda del mismo. Se proyectan como campesinos que producen plátano, maíz, arroz, frutales y otros productos que en esta zona se dan de manera natural. Por esto, se registra un desplazamiento de población río abajo.
“Por la riqueza del río, por la riqueza de los suelos, la gente se ha ido desplazando desde el último municipio que encontramos en el Putumayo, Puerto Leguízamo”: Hélery Orozco.
Gracias a la acción de la Fuerza Pública, representada en la Armada Nacional de Colombia, la cual patrulla constantemente el afluente, aquí no hay presencia de mafias que contaminen el río.
“Si este río se contaminara estaríamos condenando a una gran cantidad de la población colombiana a morir de hambre o por enfermedades procedentes de la contaminación”: Hélery Orozco.
La coca y el ambil son elementos importantes para la etnia Múrui
Hoy es martes 30 de mayo, corre el día 12 de nuestra travesía y se cumple el tercer día de visita en Puerto Alegría (Amazonas), y ahora que no puedo salir del buque por operaciones militares en la zona, mi mente se transporta a unos días atrás cuando dialogué con el taita de El Refugio, Putumayo.
Se trata de Rosendo Guzmán Cuellar, quien es la autoridad en la comunidad indígena de los Múrui. Etnia que en su gran mayoría habita en esa población. El abuelo, como también se le conoce, me enseñó que la coca y el ambil son elementos importantes para su comunidad.
“El que mambea le debe tener un respeto a eso porque esas plantas son sagradas. Nuestro padre celestial le entregó esa planta al pueblo Múrui, donde el significado está el espíritu de él en el ambil y la mambia. El ambil es la parte, como quien dice la parte blanca, la sangre de nuestro padre, y la mambia es el conocimiento donde uno le da la sabiduría. Los espíritus nos invaden cuando uno mambea”, explicó el abuelo.
Para el Taita Rosendo, el ambil y la coca son precisos cuando una persona está confundida, ya que si esta mambea y se concentra, puede obtener una claridad frente a la confusión. Además, el médico tradicional también debe mambear antes de intervenir a alguno de sus pacientes, ya que se deben espantar a los malos espíritus.
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