Las canciones del Petronio: una playlist con P de Pacífico
Por: Luisa Piñeros
El Pacífico está nuevamente de fiesta y contra viento y marea lanzaran la edición XXIV bajo el lema de Solidaridad, Resiliencia, Resistencia, le entregan a Colombia y el mundo un festival fortalecido, engranado conceptualmente y lo más importante, una celebración sincera de la cultura afro.
Compartimos una guía con cinco canciones infaltables en el Festival Petronio Álvarez, esas que ponen el espíritu en alto cuando suenan en vivo, aquellas canciones que año tras año siguen clavadas en el corazón de los espectadores. Sírvase un buen curado, un viche o un arrechón y dele play, con P de Pacífico.
Mi Buenaventura
Patricio Romano Petronio Álvarez es el autor de este clásico que cada año cobra vida en el Festival que lleva su nombre. Es una revuelta de currulao, himno del Pacífico.
Kilele
De esta canción se han hecho múltiples versiones, pero la que compartimos da cuenta del poder de congregación que su melodía y letra tienen. Kilele es una expresión de origen africano y adaptada al contexto del Pacífico, es una expresión de fiesta, jolgorio, reunión. Esta versión fue registrada en 2017 por el grupo Herencia de Timbiquí.
La memoria de Justino
La maestra Inés Granja es la autora de esta canción basada en una historia real. Sí, porque Justino García existió y cuenta la leyenda que al momento de tocar la marimba sus manos parecían embrujadas. El Grupo Socavón se encargó de darle vida a esta maravillosa obra que llega desde Timbiquí.
La arrechera
Octavio Panesso, su compositor, nació en Condoto (Chocó). A su vez también es el fundador de El Grupo Saboreo. Radicado en Quibdó, se le atribuye esta poderosa canción que con humor habla de la ‘calentura’, ‘la arrechera’, términos tan comunes entre la gente del litoral. ¿Y usted ya descubrió cuál es la fórmula?
Te vengo a cantar
Desde Guapi, llega una de las canciones más sentidas que se haya compuesto. La pluma es de Hugo Candelario González y cantar esta canción en el Petronio, en vivo, es adentrase en las fibras más profundas del sentimiento pacífico.
