A unos 200 metros de altura, el cielo del municipio de Floridablanca (Santander) se viste de colores. Se trata de los parapentes, que por años han hecho volar a miles de personas que llegan hasta el sector conocido como Ruitoque Alto para elevarse como las águilas y estar más cerca del cielo.
Según William García Forero, instructor y pionero de este deporte extremo, hace 30 años por primera vez un parapente se elevó por los cielos de Floridablanca. Desde entonces, este deporte se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de este municipio que hace parte del Área Metropolitana de Bucaramanga.
“El buen clima y las térmicas que tiene Floridablanca favorecen el parapentismo, eso hace que podamos subir como las aves y remontarnos en los cielos, cumpliendo con las normas que ha establecido la Aeronáutica Civil, entidad que nos rige”, señala William García.
El Club Vuelo Libre y el Voladero de las Águilas, únicos sitios en donde se puede practicar el parapentismo en el Área Metropolitana de Bucaramanga, cada año reciben a unos 5 mil turistas que llegan en busca de adrenalina como Etienne Jean Jacques Kuhn, un suizo que soñaba con volar.
“Volar en Floridablanca fue fantástico, no había vivido esta experiencia y la recomiendo. Al inicio tenía miedo, pero una vez estás en el aire solo se siente tranquilidad. La vista de la ciudad es maravillosa”, asegura el viajero.
Para poder volar en parapente es necesario que los vientos estén de frente a la montaña y por encima de 15 kilómetros por hora. Tampoco se pueden superar los 400 metros de altura, pues eso es lo que permite la Aeronáutica Civil.
“Desde sus inicios, este deporte extremo está certificado tanto en Floridablanca como en el Cañón del Chicamocha y el municipio de San Gil, otros lugares del departamento en donde se practica el parapentismo”, indica Óscar Mauricio Rey, administrador del Voladero de las Águilas.
Tanto auge ha tenido este deporte extremo en Santander, que en 2018 inició la construcción del Parque Internacional de Parapente, una obra que espera ser inaugurada el próximo año.
Este atractivo turístico tendrá una extensión de 60 mil metros cuadrados, por lo que también contará con una zona administrativa, restaurantes, locales comerciales, plazoleta, café-bar, senderos peatonales, ciclorruta, juegos infantiles, vías de acceso, parqueaderos, subestación eléctrica y planta de tratamiento de aguas residuales.
“Con la puesta en funcionamiento de este parque se espera que Floridablanca reciba unos 50 mil turistas al año y generará alrededor de 3 mil plazas de trabajo directas a indirectas. Las obras avanzan bien, se presentó un retraso por la pandemia, pero seguimos avanzando”, puntualizó el alcalde de este municipio, Miguel Ángel Moreno.
Volar en Floridablanca y poner a palpitar más rápido el corazón a cientos de metros de altura es quizá para los turistas la mejor terapia para calmar un mal día o liberarse del estrés, pues volar siempre ha sido el gran sueño e incluso un mito para la humanidad.