En territorio Andino-Amazónico emerge la Meliponicultura, un proyecto amigable con el medio ambiente y una alternativa económica para muchas familias que crían abejas meliponas o abejas sin aguijón, como aporte a la protección de los bosques y la reforestación.
Jonny Cuellar, meliponicultor de la región, asegura que los obstáculos le han enseñado a no depender de otra persona para poner a volar sus sueños y enfocarse en el cuidado y la conservación de las abejas nativas en el municipio de Puerto Guzmán, Putumayo, en límites con Piamonte, Cauca.
Hoy cuenta con 450 colmenas en producción y es ejemplo para 50 familias campesinas que se han sumado a criar abejas como aporte al sustento de sus hogares. En pocos días, por primera vez recibirán el apoyo en maquinaria de Territorios de Oportunidad, Programa de Cooperación Internacional de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Su idea de emprendimiento surgió hace 14 años cuando se dejó cautivar por la doncella de una colmena: la abeja angelita. Ese momento mágico se quedó grabado en su memoria, luego empezó a capturarlas y logró construir ocho colonias con esta especie en el departamento de Cundinamarca.
Su interés por adquirir mayor conocimiento, descubrir nuevas abejas y mejorar sus técnicas de manejo aumentaron y, en el año 2009, llegó a Piamonte, un territorio que le permitió descubrir la riqueza y toda la diversidad del género melipona, que son las que producen más miel.
En su caminar, Jonny Cuellar ha debido sortear diferentes dificultades, entre ellas la aceptación de sus amigos y conocidos que no veían en la meliponicultura una oportunidad laboral y, al contrario, le decían que “era un flojo y estaba chiflado”, que se pusiera a hacer otra cosa que fuera más fructífera.
“A todos los comentarios no les puse cuidado y al contrario seguí enfocado en mi proyecto, en la conformación de más colonias de abejas. Lo más importante de todo mi trabajo es que hoy todas esas familias que me criticaban se han dado cuenta que este es un gran negocio, incluso más rentable que la ganadería”, manifestó Jonny.
José Gentil Cabrera Bernal es otro meliponicultor que se ha sumado a la cría de abejas. Con mucho esfuerzo ha establecido 25 colmenas y pone en ellas el gran sueño de avanzar tras los pasos de Jonny.
Rentabilidad
Recibir el apoyo del programa Territorios de Oportunidad es un gran paso en el camino para consolidar su iniciativa. Una idea de negocio con una excelente fuente de ingresos. Hace cuentas y calcula que, con 100 colonias en producción, en un espacio pequeño de media hectárea o menos, una persona tendría un ingreso mensual superior a los dos millones de pesos. En su caso particular, las 450 colmenas le están generando 800 litros de miel que ascienden a un ingreso de $160 millones al año.
Sumado a los ingresos económicos, su mayor motivación es lograr que la comunidad descubra la importancia de conservar los bosques, proteger la diversidad de animales que habitan en ellos. Su meta personal es llegar a mil colonias en el 2022 y producir una miel de excelente calidad, con un promedio entre tres a cuatro toneladas al año.