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La Casa del Espacio Público de Bogotá, un lugar para aprender y disfrutar de la ciudad

Una restaurada construcción, ubicada en Teusaquillo, abrió sus puertas a la comunidad con el fin de hacer pedagogía y brindar herramientas de apropiación y aprovechamiento de los entornos.
Casa del Espacio Público de Bogotá
Fotos: Ronald Méndez/ Dadep, 2022.
Yaneth Jiménez Mayorga

¿Sabías que Bogotá cuenta con 175.271.138 millones de metros cuadrados de espacio público? o ¿que cada habitante de la ciudad dispone de 4,62 metros cuadrados de espacio público efectivo?  o ¿que Chapinero es la localidad que brinda mejor oferta de espacio público para el peatón, gracias a su superficie de andenes y calzadas peatonales, con cerca de 16 metros cuadrados de espacio por habitante? o ¿que la comunidad puede apadrinar espacios públicos?

Conocer sobre este tipo de datos y cifras, pero además investigaciones, intervenciones, estrategias y programas para la apropiación y aprovechamiento del espacio público de la capital ahora es más sencillo y entretenido, gracias a la Casa del Espacio Público, un lugar  desde el cual se “busca acercar a la ciudadanía y establecer una relación más cercana a través de talleres, charlas, cursos de formación, asesorías gratuitas en materia de espacio público”, explica Diana Alejandra Rodríguez Cortés, directora del Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público- DADEP- de Bogotá 

En esta casona, de  533 metros cuadrados, ubicada en el barrio Armenia de la localidad de Teusaquillo, patrimonio de la ciudad, y que abrió sus puertas en agosto de 2022, se congregan tres equipos de trabajo sobre los cuales ejecuta parte de su labor el DADEP: la Escuela de Espacio Público, “un proyecto que nace en el 2004, bajo la administración de Lucho Garzón, que en esta nueva administración rescatamos; el Observatorio del Espacio Público, que desarrolla procesos académicos y de investigación; y nuestro Laboratorio de Innovación en el espacio público,  que busca articular la escuela y el observatorio a través de metodologías de administración pública y de trabajo con la comunidad en temas de co-creación y con metodologías innovadoras”, señala Rodríguez.  


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Espacio público Bogotá

Así, desde la Escuela se realizan procesos pedagógicos con la ciudadanía para que conozcan los conceptos del espacio público, valoración de los espacios, con cursos, talleres, capacitaciones y cursos certificados, con entidades del distrito y comunitarias, universidades, a públicos como vendedores ambulantes, habitantes de calle que están en hogares de paso, y otros actores del espacio público con el fin de ayudar a mejorar,  revitalizar y transformar el entorno en espacios pequeños de una comunidad. 

De esta iniciativa hacen parte programas como ‘Aulas al aire’, dirigido a colegios públicos y privados, en el cual se desarrollan procesos pedagógicos con los estudiantes con el apoyo de la Manada del Espacio Público, un grupo de personajes que les enseñan cómo pueden cuidar y proteger sus entornos cercanos con pequeñas acciones; ‘Mi Espacio en Bici’, con el cual se realizan recorridos de apropiación por diversas localidades y espacios; y ‘Padrinos del Espacio Público’, un concurso público a través del cual organizaciones o grupos de personas presentan propuestas de mejoramiento y revitalización de algún espacio público barrial. 

La Manada del Espacio Público

Con el Observatorio, además de generar boletines, informes y análisis cuantitativos, se pretende realizar estudios cualitativos que permitan saber qué y cómo percibe la gente el espacio público, qué usos le da, y cómo se apropia de ellos. Dentro de este marco, ha desarrollado iniciativas como ‘Caminatas con sentido’, una serie de recorridos abiertos a la comunidad por distintos lugares de la ciudad con el objetivo de explorarlos, reconocerlos y visibilizar sus necesidades. 


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Mientras que el Laboratorio de Innovación, el proyecto más reciente del DADEP, busca unir los dos proyectos anteriores e instaurar una metodología innovadora para distintos procesos de apropiación del espacio público. 

La tradicional casa esquinera de tres pisos, en la que sobresalen su arquitectura, las escaleras de madera, los tenues tonos de colores y un acogedor altillo, ofrece espacios adecuados como salas de lectura y juntas, una pequeña biblioteca, así como herramientas para el desarrollo de los cursos, talleres, conferencias y actividades lúdicas, especialmente dirigidas a niños, niñas y adolescentes. 

Un lugar como el hogar 

Los resultados de esta nueva apuesta del DADEP se evidencian en proyectos como los mencionados anteriormente con importantes avances, logros y retos. Tal es el caso de las comunidades de los barrios Bellavista Noroccidental en Engativá y Armenia en Teusaquillo, quienes se convirtieron en los primeros ‘Padrinos del Espacio Público’ de Bogotá, luego de ser seleccionados de la convocatoria ciudadana, que tuvo más de 25 postulaciones, se iniciaron con las intervenciones para cambiarle la cara a los parques La Marcela y El Pony.

De acuerdo con la entidad, a través del liderazgo de su Escuela y el apoyo del Laboratorio, se adelantaron unas mesas de trabajo con estas dos comunidades, donde a través de asesorías, la ciudadanía pudo conocer cuáles eran los pasos a seguir para lograr la transformación que necesitaban estos dos parques.  Luego de llegar a varios consensos y de determinar las primeras intervenciones que se debían realizar, como limpieza, pintura y activaciones culturales, se realizaron las primeras actividades de embellecimiento y revitalización de estos entornos. 

Limpieza espacio público

La comunidad del barrio Armenia se armó de brocha y pintura, y con los diseños propuestos por los estudiantes de la facultad de Arquitectura de la Universidad América, llenaron de color y vida los juegos infantiles y los pasos peatonales del parque El Pony, además, realizaron actividades de limpieza del lugar. Luego de esta primera intervención, los vecinos del barrio realizarán las gestiones para trabajos de jardinería que quieren adelantar en el parque, así como actividades culturales que contribuyan a que cada día la comunidad se apropie más del parque El Pony, señala la entidad.

“Las comunidades que se convirtieron en padrinos de los parques La Marcela y El Pony son conscientes que el trabajo no para aquí, sino que este es el inicio de toda una transformación integral de estos lugares, para contribuir a que todos los que vivimos en la ciudad, tengamos más y mejores espacios públicos”, manifiesta la directora de la Defensoría del Espacio Público.

Es de resaltar que esta convocatoria ciudadana volverá en 2023 para que más comunidades se postulen y apadrinen esos entornos en sus barrios que merecen ser revitalizados y protegidos para el uso, goce y disfrute de todos.

“Lo que queremos hacer es un trabajo mucho más comunidad- Defensoría, casi que barrio a barrio (y si pudiéramos, casa a casa) para que sea la gente que se apropie, conozca, y tenga derecho al uso, goce y disfrute del espacio público. Si bien aún hay retos en torno a entender cómo funciona la ciudad, entender que la basura no se puede botar a cualquier hora o que parquear, así sea 5 minutos en el andén, no solo causa trancones sino que también puede provocar accidentes, creo que Bogotá en comparación con otras ciudades del mundo es una ciudad que tiene un comportamiento aceptable. No estamos aún en nivel excelente, hay mucho camino por andar, mucho que formar en la ciudadanía para que sea consciente de que el espacio público de la ciudad es de todos y hay que cuidarlo porque es el lugar más importante y se usa para todo. Enseñar que el espacio público se debe cuidar como se cuida la casa”, puntualiza Rodríguez. 

Quienes deseen visitar la casa, ubicada en la calle 32 #16-07, lo pueden hacer de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00 pm. previa solicitud a través del correo electrónico dadepbogota@dadep.gov.co

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