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Neyla Preciado, una emprendedora que promueve la moda ambiental y sostenible

Con biojoyas, turbantes y otras prendas de vestir que Neyla Preciado elabora en el municipio de Puerto Asís, promueve la paz y el cuidado de la naturaleza.
Emprendimiento colombiano de Neyla Preciado: moda ambiental
Foto: Cortesía David Hieber
Juan Miguel Narváez Eraso

“Emprendiendo es como las mujeres afrodescendientes del departamento del Putumayo rescatamos las tradiciones, fortalecemos el tejido social, preservamos la naturaleza y luchamos por la defensa de los Derechos Humanos”, expresó Neyla Preciado, una joven emprendedora del municipio de Puerto Asís, quien al transformar las fibras naturales y semillas de frutos amazónicos en biojoyas, turbantes y vestidos; asegura que proyecta la identidad de su pueblo.

Su emprendimiento cimentado en la moda ambiental y sostenible nació por amor a su pueblo afrocolombiano y para mostrar al resto de la nación la cara bonita del departamento del Putumayo que por años, subraya que la violencia ha estigmatizado a esta región del sur del país.

“Y es desde nuestro diario que hacer de la confección que generamos una dinámica familiar, comunitaria y económica, tarea que pese a las adversidades la realizamos aprovechando los recursos naturales que encontramos en nuestro entorno, los cuales luego de una primaria transformación se convierten en lindos artículos que promueven el cuidado del medio ambiente”, dijo. 

Por eso, en cada diseño asegura que aprovecha la forma de los árboles, de las plantas medicinales y de los animales para tomar de ellos algunas siluetas y tonalidades que posteriormente son plasmadas en los atuendos que identifican a las comunidades afrodescendientes. Lo mismo pasa con los tradicionales turbantes, los cuales precisa que generan una conexión muy práctica entre el medio ambiente y la comunidad afrocolombiana.

Tejiendo lazos de hermandad

“En mi taller más que prendas de vestir se tejen lazos de amistad, hermandad y sociedad, porque en cada entretejido se integra la Amazonía con la costa Pacífica colombiana. Todo atuendo está inspirado en la bondad de aquellos hombres y mujeres que se empoderan de sí mismos para trabajar por la unidad familiar, la reconciliación social y la paz”, manifestó Neyla mientras decora un turbante que elaboró mediante pedido para una niña.


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Para que ese básico elemento que refleja la idiosincrasia de las mujeres afrodescendientes combine con otros accesorios artesanales, considera importantes las biojoyas. Dichos elementos hacen parte de una “línea consciente” promueven la responsabilidad social para reducir la tala de los bosques, conservar la fauna silvestre y lucir biojoyas con un sentido de pertenencia por la Amazonía colombiana.  

“En el desarrollo de este emprendimiento comunitario ha sido vital el apoyo incondicional de mis seis hermanos y de mis padres Amadeo Preciado y Dominga Landazuri quienes desde niña me enseñaron a trabajar, a querer a la naturaleza y a mi territorio. Amar lo que emprendo es importante para generar conciencia, para contribuir en la construcción de un mundo más justo y equitativo”, expresa.  

Desde hace más de 5 años, su familia está inmersa en dicho emprendimiento y está vinculada en diferentes actividades sociales como la exposición de sus colecciones, las cuales están inspiradas en las tradiciones de las mujeres que residen a orillas de los ríos Putumayo, Mecaya, Caucayá, Guamuéz, San Miguel, Mulato y Rumiyaco.  

“En cada prenda plasmamos a aquella mujer que se levanta y transforma su vida desde el tejido. Vestirse y maquillarse un domingo para verse bonita engrandece a las madres de familia, a las agricultoras y trabajadoras”, dijo. 

En sus bases textiles predominan materiales tratados que permiten la sostenibilidad ambiental y la conservación de la identidad del territorio. 

Superando las diferencias

María Carlina Esterilla, representante de la asociación de mujeres afrodescendientes del departamento del Putumayo, destacó el potencial creativo de las jóvenes y adultas que a través de las artesanías y las fibras textiles le apuestan a la paz de sus territorios. 

“En los 13 municipios del Putumayo, de los más de 12.000 afrodescendientes que residen en la región; alrededor de 6.000 mujeres emprenden a partir de la gastronomía, la música, la danza, el deporte y la confección”, dijo. 

A la vez la lideresa social destacó la iniciativa de la mujer afrodescendiente al momento de abordar un proyecto productivo que la realce y le permita valerse por sí misma. 

“Sanando heridas”

“Emprender es sinónimo de vida y por eso cada día más jóvenes de los pueblos afrodescendientes que hicieron del departamento del Putumayo su nuevo hogar, tomaron la iniciativa de trabajar. Es que luchando y metiéndole el hombro a la adversidad es como se progresa, sanan las heridas y se aporta a la construcción de la paz”, expresó el dirigente social del municipio de Orito, Carlos Díaz.

Para estimular a las jóvenes que emprenden en medio de las necesidades, el líder comunitario sugirió respaldarlas con la compra de sus productos.

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