El pasado 23 de mayo el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló el Índice de Pobreza Multidimensional de 2022 para Bogotá, la cual se ubicó en 3.8 %; cifra que evidencia una reducción de 1,9%, frente al año 2021, donde el índice de pobreza llegó al 5,7 %.
Si bien Bogotá presenta el menor índice de pobreza en el país, el informe presentado por el DANE revela que entre 2019 y 2020 este índice presentó incrementos importantes, ubicándose en el 7,1% y 7,5%, respectivamente.
Según el Departamento Nacional de Planeación la Pobreza Multidimensional es el conjunto de variables que llevan a identificar las condiciones de vida de las familias y reflejan niveles educativos del hogar, condiciones de la niñez y juventud, salud, trabajo, acceso a servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda.
Para la alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia López, la lucha contra la pobreza multidimensional en la ciudad demandó la implementación de varias estrategias dirigidas a atender las necesidades de las familias más vulnerables, con el fin de disminuir la brecha social que enfrentan miles de ciudadanos por cuenta de sus condiciones económicas y sociales.
La asignación de una renta mínima básica, el fortalecimiento del sector empresarial y la reactivación del empleo formal a través de las obras de infraestructura en el Distrito, son las tres principales estrategias implementadas por la alcaldesa mayor de Bogotá para la disminución de la pobreza en la ciudad.
“Lo que más ha contribuido a disminuir la pobreza ha sido el ingreso mínimo garantizado, porque es mandarle platica directo al bolsillo de quien perdió el empleo, para alimentar a sus hijos. Por otro lado, a la mitad de las empresas que pagan ICA, nos fuimos a salvar esas microempresas; les dimos 10 millones de pesos en promedio para que pudieran mantener sus empleados y renovar sus cadenas productivas”, señaló la alcaldesa Claudia López.
Por su parte, el presupuesto para 2023 presentado por la Alcaldía Mayor al Concejo de Bogotá, por 31,5 billones de pesos, contempla una importante partida para la ejecución de programas sociales enfocados a reducir la pobreza en la ciudad. Del total de estos recursos 26,1 billones de pesos fueron destinados a inversión pública para la generación de empleo y reactivación económica.
“Cuatro de los cinco sectores con mayor participación son los que han ejecutado la inversión social del Distrito: educación, con 6,2 billones de pesos; salud, con 3,6 billones; integración social, con 1,9 billones; y hábitat con 1,7 billones”, aseguró la alcaldesa Mayor de Bogotá.
Para los expertos en desarrollo económico y social, la ejecución de las políticas distritales desde la Alcaldía mayor de Bogotá, reflejan el reto desde el sector público para la atención de la pobreza en la capital del país. Según Carlos Sepúlveda, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, las estrategias implementadas por el gobierno Distrital han atendido tres grandes frentes en la lucha contra la desigualdad.
“Un primer frente de subsidios y transferencias a través del programa Bogotá Solidaria en Casa. Un segundo eje de género y economía del cuidado, donde se destaca el programa ‘Manzanas del Cuidado’, para atender a las mujeres y las exigencias del trabajo doméstico no remunerado, y el tercer eje de recuperación de empleo y reactivación económica, enfocada a promover actividades en grupos más vulnerables”, señaló el experto en economía.
Según la Secretaría de Integración Social del Distrito, los logros en la reducción de la pobreza en Bogotá se ven reflejados en los avances en la atención a 1.292.748 personas en situación de vulnerabilidad, a través de diferentes servicios bajo un enfoque territorial y poblacional, con programas como Parceros por Bogotá y Hambre Cero.
“La estrategia Hambre Cero llega a las personas con mayores niveles de vulnerabilidad, garantizando el derecho a la alimentación y la reducción de inseguridad alimentaria en la ciudad, contribuyendo al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible”, señaló Alexandra Rivera, directora de la dirección de análisis y diseño estratégico de la Secretaría de Integración Social.
El compromiso en la lucha contra la pobreza en Bogotá no corresponde solamente al gobierno Distrital. Existe un deber constitucional desde el Gobierno Nacional que garantice a todos los ciudadanos las condiciones de vida necesarias, enfocadas a la disminución de la pobreza multidimensional, que debe estar articulado con las políticas públicas del Distrito Capital.
Recientemente el Congreso de la República aprobó el Plan Nacional de Desarrollo, ‘Colombia Potencia Mundial de la Vida’, que representa la hoja de ruta del gobierno del presidente Gustavo Petro y que dentro de sus componentes sociales establece la reducción de la pobreza multidimensional, a través de programas integrales sociales, a comunidades afro, indígenas, campesinas y de diversidad de género.
Durante la sanción del Plan Nacional de Desarrollo, el pasado 19 de mayo, el presidente Gustavo Petro señaló que su principal reto es contribuir a la justicia social y a las garantías de vida de los colombianos, a través de programas sociales que lleguen a todos los rincones del país: "La Paz no se construye sino con justicia social y justicia ambiental. Una sociedad no puede vivir en paz si no es equitativa y este plan avanzará en este frente", afirmó el presidente de la República.
Pero la lectura que se hace desde las entidades no gubernamentales a las políticas del Gobierno Nacional en materia de lucha contra la pobreza parecen ser contrarias a lo que manifiestan las entidades del orden nacional. Según Felipe Mariño Cifuentes, director de 'Bogotá Cómo Vamos', los resultados en el último año del gobierno del presidente Gustavo Petro son escasos.
“Los resultados del Gobierno Nacional y sus aportes a la lucha contra la pobreza en Bogotá son marginales, en menos de un año de mandato, entre otras razones, porque hasta hace poco se tiene un plan de desarrollo en vigencia y habría que ver los resultados más adelante”, aseguró el director de Bogotá Cómo Vamos.
Según los analistas, académicos e investigadores sociales, otro de los déficits que existe en Bogotá en la lucha contra la pobreza, es la falta de compromiso de la empresa privada en el aporte de estrategias y oportunidades que le garanticen a los ciudadanos en situación de vulnerabilidad alternativas de empleo, que permitan, no sólo contribuir al crecimiento del aparato productivo, sino al mejoramiento de las condiciones de vida que permitan combatir el principal enemigo social: la pobreza.