¿Cuál es el panorama de la planificación familiar en Colombia?

Apropósito del Día Internacional de la Planificación Familiar, es importante destacar que en Colombia se estableció “la obligatoriedad de los servicios de salud de ofrecer información en anticoncepción, suministrar el método anticonceptivo que más se ajuste a las necesidades y brindar el seguimiento de su uso, para que las personas o parejas puedan ejercer el derecho a decidir libre y responsablemente si quieren o no tener hijos, así como su número y el espaciamiento entre ellos”, según indica el Ministerio de Salud en su portal web.

Por otro lado, dar una mirada a este tema en nuestro país implica reconocer factores económicos, de infraestructura y pedagogía que, según diversas entidades y organizaciones, dificultan, impiden y desincentivan el uso de alternativas de planificación en población adolescente y adulta, aún cuando su efectividad ha sido probada, tal como asegura Marilena Márquez, vocera de la Asociación Colombiana de Salud Pública.

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“Solo el 0,5 % de los métodos anticonceptivos fallan”, en pocas palabras, la Asociación Colombiana de Salud Pública indica que menos de una mujer de cada 100 tiene alguna falla o inefectividad en su proceso. Para el sexo masculino, existe un riesgo de falla que llega a un 3% en procedimientos como la vasectomía.

Según el Ministerio de Salud, en Colombia está garantizado el acceso sin barreras a todos los métodos anticonceptivos, financiados en el sistema de salud, entre los cuales se encuentran: dispositivo intrauterino (t de cobre), dispositivo intrauterino hormonal, implantes subdérmicos de 3, 4 y 5 años, anticonceptivos orales, anticonceptivos inyectables, preservativos y la vasectomía y oclusión tubárica.

Sin embargo, se conoció a través de la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Profamilia que el 70 % de las mujeres entre los 15 y 19 años y el 52.7 % de los hombres adolescentes, no utilizan métodos anticonceptivos, ¿por qué?

Métodos y creencias

El sistema de salud actual obliga a respetar las creencias y gustos frente al uso de métodos de planificación, dejando al libre albedrío del ciudadano el control de natalidad.

Julián Gómez, estudiante de economía, asegura que las prácticas de planificación actual son nocivas para el cuerpo y costosas: “Son bastante invasivos y nos quitan sensibilidad, prefiero utilizar los coitos interruptus, que me permiten economizar. Un condón puede valer casi 10.000 mil pesos, así como las pastas que valen el doble”.

Para la Asociación Colombiana de Salud Pública, los métodos de barrera y hormonales descritos anteriormente son efectivos, mientras que los alternativos como el ‘coitos interruptus’ pueden aumentan el riesgo de embarazos no planeados, esto teniendo en cuenta las cifras del DANE, las cuales señala que en Colombia hubo un incremento del 6.3% de nacimientos en niñas y adolescentes entre los 14 y 19 años.

"El coito interrumpido, el método del ritmo, la temperatura corporal o basal, el moco cervical y la lactancia materna, son métodos de poca confiabilidad y alta tasa de falla, por lo tanto no son eficaces para la prevención de un embarazo", señala el Ministerio de Salud.

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De otra parte, la especialista y médico General Lina Mackualo, explica que en ocasiones se presenta alergias por el uso de métodos anticonceptivos; principalmente en inyectables, métodos orales y preservativos: “en el caso de ser alérgico a los condones, existen especiales para la sensibilidad que venden marcas comerciales”.

Añadió Mackualo que las alegrías no son usuales, pero “los métodos pueden tener reacciones adversas que generalmente no son graves o pueden controlarse. Lo recomendable es acudir a su centro de salud más cercano y cambiar de método, ya que estos son los más afectivos”.

Respecto a las creencias en distintas regiones del país frente a la planificación, la corporación Asinch realizó una investigación cualitativa para Profamilia llamada: “Sexualidad, placer y vida. Miradas desde la diversidad cultural en el departamento del Chocó”, la cual recalca que son las mujeres del Chocó las que más barreras tienen para acceder a la educación en planificación familiar, y las que menos acceso tienen a los sistemas de salud, pues son las más vulneradas siendo foco de diferentes formas de discriminación. Además, que hay un componente sociocultural que impone a las mujeres el “deber” de ser madres.

“Lioba Rossbach encontró en su investigación con las familias del Atrato, (…) que a la mujer se le asigna la “tarea” de tener hijos como casi una obligación debido a las propiedades que le asigna la naturaleza. En la cosmovisión afrochocoana es el parto en sí una limpieza física, emocional y energética para la mujer. Por lo tanto, cuando una mujer no tiene hijos, de manera despectiva, se usa la expresión “está pitada”, se le considera enferma (si se trata de un caso de esterilidad) o profundamente egoísta consigo misma, con su familia y con la sociedad en general. Así, la sanción social no está en decidir tener hijos (cuando no se tienen recursos para mantenerlos, por ejemplo), sino en decidir no tenerlos”, señala la investigación.

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Otra situación la han vivido personas como Laura Calderón, una joven comunicadora social y periodista quien asegura que, en lo corrido del año 2022, no ha sido posible encontrar en el mercado las pastillas anticonceptivas que regularmente usa, recetadas por su médico.

“Me he visto obligada a usar otras pastas que simplemente no me dan confianza y he tenido que lidiar con síntomas que me perjudican día a día; esto me obliga a buscar otros métodos alternativos”.

Al respecto, la Asociación Colombiana de Droguistas Detallistas, alertó sobre el desabastecimiento de medicamentos en el país y el aumento en el costo de estos en voz de su presidente, Alfonso Cuitiva. “Hay insumos que solo se consiguen en los países que actualmente están en guerra, además que no hay suficientes contenedores para transportar los insumos”.

Lo más usados

Según la Asociación Colombiana de Salud Pública, los 10 métodos de planificación más utilizados en Colombia son:

• Preservativo
• Píldora
• Ampolla mensual y trimestral
• T de cobre
• Métodos de barrera anillo vaginal
• Implante hormonal o endoceptivo
• Reversibles: no quitan la fertilidad, previenen el embarazo.
• Implante subdérmico
• Irreversibles: esteriliza, no hay opciones futuras de procreación.
• Definitivos: esteriliza, no hay opciones futuras de procreación.

Al respecto, el Ministerio de Salud ha sido enfático en que no existe un método que sea considerado como “el mejor” para controlar la fertilidad. “Cada cuerpo es diferente y por lo tanto la respuesta y aceptación a uno u otro anticonceptivo varía”. Por esta razón, plantean una serie de preguntas para que cada quien analice de manera personal al momento de elegir qué método usar:

• ¿Me informaron de todos los métodos disponibles y cuáles son las ventajas y efectos secundarios de cada uno?
• ¿El método se ajusta a mis necesidades actuales?
• ¿Es efectivo y seguro?
• ¿Además de prevenir el embarazo, también previene las infecciones de transmisión sexual?
• ¿Estoy decidiendo libremente?

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or eso la recomendación de las instituciones de salud es acudir al médico, entidades o EPS que puedan brindar la asesoría necesaria y evitar la automedicación. Asimismo, la cartera indica que la posibilidad de controlar la fertilidad a través del uso de métodos anticonceptivos modernos “brinda una serie de beneficios”:

• Protección de la vida de las mujeres: al evitar embarazos no deseados y abortos practicados en condiciones de riesgo.
• Espaciamiento entre uno y otro embarazo de por lo menos dos años, que ayuda a las mujeres a recuperarse del embarazo anterior, a disminuir la mortalidad materna, a tener hijos más sanos y aumenta la probabilidad de sobrevivencia infantil.
• Protección contra las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH/SIDA, utilizando la doble protección (uso simultáneo de condón y otro método moderno de anticoncepción).
• Promueve una cultura preventiva en aspectos relacionados con la salud reproductiva.

¿Y cuando el método falla?

La mayoría de métodos tiene una efectividad entre el 91 y el 99 %, sin embargo, hay casos como el de Luz Astrid Méndez, una mujer de 62 años, quien cuenta que, al tener su tercer hijo, decidió realizarse la ligadura de trompas, pero el procedimiento en su caso particular no funcionó y volvió a quedar embarazada: “Yo tuve un ectópico, que es un embarazo fuera del útero. Me ocasionó que me tuvieran que operar de nuevo por no acudir a controles tras 8 años de habérmela realizado”. Sin embargo, insiste en que las mujeres que quieran operarse deben acudir regularmente al médico y no temer al procedimiento.

“Yo soy uno de esos pocos casos que muy rara vez pasa. Le recomiendo a las mujeres que usen métodos para planificar porque es importante ser responsables sexualmente, si pasa alguna dificultad simplemente vayan al doctor, pero no tengan miedo de usar estos procesos”.

Finalmente, Marilena Márquez, vocera de la Asociación Colombiana de Salud Pública enfatiza en la importancia de “que la programación de un embarazo deje de ser ignorada por las instituciones y entidades del Estado, además de fortalecer la pedagogía en la anticoncepción en estudiantes, incluyendo más centros de salud en los territorios rurales donde habita esta población, y priorizar desplazados y habitantes de calle en estos temas”, es decir, medidas que garanticen acceso a la información y a los métodos de planificación para toda la población.