Por: José Luis Donado
"Ángeles Somos del cielo venimos pidiendo limosnas para nosotros mismos. Tintililillo, tintililillo, cinco pesos para mi bolsillo, no te late, no te late saca el bollo del escaparate, no te rías, no te rías que la mochila está vacía, no te escondas, no te escondas que te pego con la olla".
Con estos cánticos niños, niñas y adolescentes de Cartagena celebran todos los primeros de noviembre la fiesta 'Ángeles somos', la histórica tradición que ha trascendido a lo largo de los años, y hoy sigue impregnada en los barrios del "Corralito de Piedra".
La celebración básicamente consiste en que un grupo de niños y adultos, se reúnen desde la mañana del primero de noviembre. Con cánticos empiezan a ir de casa en casa en los distintos barrios de Cartagena con olla en mano, recolectando alimentos para hacer el popular sancocho con el que van a almorzar a mediodía. En ese recorrido les regalan papa, yuca, verduras, carnes y distintos alimentos que terminarán en la olla, la cual tradicionalmente es ubicada en un fogón artesanal a base de leña.
No se puede hablar de 'Ángeles somos' en Cartagena, sin recurrir a la voz incansable e insistente de la socióloga Rosita Díaz De Paniagua. Una mujer que a lo largo de los años se ha encargado de mantener viva esta tradición con un pilar fundamental enfocado en el bienestar de los más pequeños en Cartagena y Colombia.
El origen de 'Ángeles somos'
Tiene su origen en España como una conmemoración de naturaleza religiosa, la cual se impone por los conquistadores españoles a través de la Iglesia católica en territorio americano. Rosita explicó que a Colombia llegó por el denominado Bolívar Grande, principalmente por Cartagena, donde todos los primeros de noviembre los niños cantaban de casa en casa la famosa canción de 'Ángeles somos' para pedir los alimentos para un sancocho comunitario.
"Es una tradición que viene desde España. El papa Bonifocio IV trasladó el día de los santos al primero de noviembre y se fue popularizando. De esta manera la celebración de 'Ángeles somos' se empezó a dar conocer a otras regiones como Sucre, Córdoba, Atlántico y Magdalena que en ese entonces eran un solo departamento", explicó Díaz de Paniagua.
Patrimonio inmaterial de la Nación
En lo referente a cómo se fue involucrando, Rosita Díaz de Paniagua relató que siendo una joven adolescente vivíó la tradición de 'Ángeles somos' en Cartagena en todo su esplendor; sin embargo de un momento a otro se empezó a perder y en 1976 ella misma empezó esa cruzada por rescatarla hasta convertirla en Patrimonio Inmaterial de la Nación.
"Cuando regresé de estudiar por fuera en el año de 1976 y vi que la tradición se estaba perdiendo y con ella todos los valores de la Cartagena pacífica y armónica que habíamos sido siempre empecé a rescatarla. Hoy 44 años después puedo decir que el objetivo se logró. Se han logrado rescatar muchas experiencias con los niños, rescatar muchos talentos infantiles pero además de eso, el Ministerio de Cultura lo ha declarado patrimonio inmaterial de la nación y es demasiado satisfactorio saber que desde Cartagena, le vamos a ofrecer a todos los niños del país una celebración como esta", afirmó Rosita Díaz de Paniagua.
Momentos difíciles
Siempre habrán dificultades en cualquier proyecto que se decida emprender, y no fue la excepción para Rosa en esa labor de que la tradición de 'Ángeles somos' quedara enmarcada en la historia de Cartagena.
"Cuando comenzamos mucha gente no creía. Hubo momentos en que no teníamos quien nos acompañara pero eso se ha venido subsanando. Hoy es una tradición comunitaria igual que fue siempre y con mucha gente comprometida. 'Ángeles somos' es una relación pública, privada y comunitaria; entonces, creo que todas las dificultades que hemos tenido han valido la pena porque realmente los objetivos se han cumplido", expresó satisfecha Rosita Díaz de Paniagua.
Recuerdos de infancia
Esta es una tradición que para Rosita representa la felicidad de poder trabajar por los niños y las niñas.
"Lo más bonito es el disfrute, el goce que tiene la niña que llevo dentro, pero también es el rescate de esa cartageneidad, el nacimiento del observatorio de Infancia y adolescencia. Es la posibilidad de que Cartagena construya una política pública donde los derechos de los niños, empezando por sus derechos patrimoniales, a la ciudad y a la cultura, sean reconocidos pero también que lleguen a todos los niños de la nación", explicó.
Corporación Ángeles Somos, observatorio de infancia y adolescencia
Esa persistencia de trabajar por los niños y por el rescate de una tradición que hace valer sus derechos, empezó a dar los frutos como la Corporación Ángeles Somos observatorio de infancia y adolescencia.
"La corporación Ángeles Somos surge en medio del proceso del rescate de la tradición y precisamente el primero de noviembre del 2008, los niños reunidos en un foro que se llamaba 'Niños, niñas y adolescentes de la ciudad que queremos', piden que se les acompañe para visibilizar sus derechos. En en ese orden de ideas creamos una corporación con el Concurso Nacional de Belleza y Educar que es la ONG. Nos unimos y creamos el observatorio con un simple objetivo: unir a todas aquellas personas cuyo objeto de trabajo, pasión y compromiso sea el bienestar de los niños, niñas y adolescentes de la ciudad", añadió.
'Ángeles somos' se celebrará virtual
Para este 2020 'Ángeles somos' está más vivo que nunca, con una nutrida programación que gracias a la gestión de Rosita y varias entidades, este primero de noviembre será una gran fiesta desde la virtualidad.
"Paradójicamente la pandemia nos ha traído muchas posibilidades. La de la virtualidad, la de encontrarnos con nosotros mismos y la de volver a nuestras casas. Este año para 'Ángeles somos' se ha unido mucha gente, la programación es muy amplia y expontaneamente las organizaciones y algunas entidades gubernamentales como el Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar ICULTUR con los 44 municipios del departamento, la Secretaría de educación Distrital, El Instituto de Patrimonio y Cultura IPCC, IDER, Distriseguridad de Cartagena y por lo menos unas 60 organizaciones de la sociedad civil, están organizando muchas actividades desde la virtualidad", resaltó.
Rosita Díaz de Paniagua indicó que la campaña para este año se denomina "Haga feliz a un niño", la cual consiste en dar tiempo de calidad compartiendo la mesa, brindándoles afecto, hablando con ellos y jugando, pero fundamentalmente resaltando y enseñándole el principio de la solidaridad, el principal valor que está inmerso en la tradición de 'Ángeles somos'.
"Este año es una cosa absolutamente maravillosa, todo lo hemos hecho virtual. Los mismos niños invitando a guardar las medidas de bioseguridad, a quedarse en casa. Este año queremos que se fortalezcan los lazos familiares compartiendo ese sancocho en familia, y eso nos va a dar para nuestros niños grandes posibilidades de sentirse amados, y sentirse unas personas importantes en nuestra sociedad", finalizó.