El Barniz de Pasto y los Talleres Artesanales son dos elementos fundamentales del Patrimonio Inmaterial que reflejan la identidad cultural de las comunidades de la región de Nariño.
Son espacios donde los artesanos trabajan en la creación de objetos utilizando técnicas tradicionales. En estos talleres se pueden encontrar objetos decorados con Barniz de Pasto, como joyeros, jarrones, posa vasos.
En los inicios de esta práctica, los talleres se han establecido en el centro de la ciudad, portadora de esta sabiduría, para ser más exactos en el barrio Obrero, sector donde otrora se encontraban talleres artesanales liderados por quienes se dedicaban al oficio del barniz, tamo, y repujado en cuero.
El taller de barniz ha funcionado siempre en torno al fuego, un elemental importante para lograr el trabajo, “tradicionalmente los talleres han estado en la casa de habitación de los artesanos, la distribución del taller normalmente se ha organizado en torno a la estufa, a la fuente de calor, anteriormente fue un bracero, ahora es la estufa eléctrica o de gas y en torno a la cual se organiza la distribución del taller”, afirma Óscar Granja, hijo del maestro Gilberto, maestro de maestros, portador y protector de la técnica.
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Usualmente el maestro es quien tiene el lugar más cercano al calor y los aprendices y oficiales alrededor de él, algo que aún conservan los actuales talleres artesanales, entre los que se encuentran, Casa del Barniz Narváez, Barniz de Pasto Obando, creado en honor al maestro José María Obando, pionero en la elaboración de objetos en barniz y la recolección del material en el vecino municipio del Putumayo, el taller del maestro Jesús Ceballos, el taller de barniz de Pasto Granja, estos y muchos otros liderados por los maestros barnizadores de tradición.
El concepto de taller de los maestros Gilberto y Óscar, padre e hijo, ha generado nuevas dinámicas en torno a la práctica y a la materia prima, Más allá de ser el lugar donde se decoran las piezas con el barniz, es un espacio de reflexión y encuentro que pretende siempre el acercamiento de las comunidades con el oficio y la materia prima.
Luego de ser declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, los maestros han asumido como uno de los retos conservar la técnica, y esto lo van logrando a través de la enseñanza, por lo que el taller Granja se autodenomina taller de puertas abiertas, así lo manifiesta el maestro Granja.
“Más allá del objeto artesanal, nuestro taller ha ido recibiendo personas y aprendiendo de cada visita, generando diferentes espacios de conocimiento, donde vienen estudiantes, investigadores, artesanos, periodistas, turistas, y de donde se generan nuevas ideas y proyectos.”
Uno de los objetivos del Taller Barniz de Pasto Granja es conservar la técnica a través del acercamiento con la misma, “en nuestro taller quienes nos visitan tienen la oportunidad de conocer los objetos, preguntar sobre el trabajo, aprender y experimentar, lo que da como resultado un espacio donde podemos crear, plantear nuevos retos en torno al oficio y cuestionarnos las responsabilidades que nos corresponde como artesanos de esta técnica que hace parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad,” continúa.
El Barniz de Pasto y los Talleres Artesanales son una muestra de la riqueza cultural de este territorio y un ejemplo de cómo las comunidades pueden trabajar juntas para preservar su Patrimonio Cultural Inmaterial.
Este reconocimiento de la Unesco ha puesto en relieve la importancia de proteger y promover la artesanía tradicional y el patrimonio cultural.