´Pachito' Muñoz, 'María Cantina' y 'El Hueso'. Fotos: cortesía Manuel Martínez y Javier Vallejo.
Diego Burgos y Radio Nacional de Colombia
Pasto es una tierra llena de cultura, mitos, leyendas y un sinfín de narraciones que han nacido en sus calles, historias que llevan más de 100 años entre sus habitantes, y que recuerdan a personas que eran queridas y respetadas en la capital nariñense.
En esta cultura popular hay diversidad de voces que cuentan lo que ha acontecido a largo del tiempo. Hacemos un recorrido por esos personajes ilustres que se han quedado en el imaginario de la ‘ciudad sorpresa’ de Colombia.
‘El Hueso’
Cuenta que era un personaje que vivía en el sector conocido como la Avenida Santander, entre cartones que salían de las tipografías que en ese entonces existían.
Javier Vallejo, docente, fotógrafo e historiador, señala que de niño tuvo la oportunidad de conocerlo, lo recuerda como una persona que vivía de mal humor y que no permitía que lo llamaran por ese sobrenombre.
“También le decían el ‘Carta Brava’ o el ‘Pirata’, según el libro de historia de Ricardo Figueroa, el nombre de este personaje era ‘Juanito Carta Brava’ o ‘Segundo Rivadeneira’, así mismo, fue topógrafo y estuvo en el trazo de la vía Pasto-Mocoa y durante una insolación perdió su lucidez”, relata.
‘El Hueso’ dormía a un costado del templo de la Catedral de Pasto y era porque decía que por ahí entraba el “señor de los cielos” y que lo cuidaba para que nada le pasara.
“Se ubicó en varios lugares de la ciudad, como la antigua Clínica del Seguro Social y tenía el apoyo de las hermanas del Santuario de Maridíaz, donde lo bañaban y le daban de comer”, señala Vallejo.
Este personaje era temido, pero al mismo tiempo querido por los pastusos, ese cariño fue plasmado en la fiesta más grande de Pasto, como es el Carnaval de Negros y Blancos, donde el artista Pablo Luis David, quien hacía carrozas en los años 70 y 80, lo plasmó en una de sus propuestas artísticas.
‘Pachito’ Muñoz
En las comunicaciones también se tienen personajes que hacen parte de la historia de Pasto, como el locutor Francisco ‘Pachito’ Muñoz, quien estuvo cerca de cumplir 70 años con su programa de radio a sus 100 años de edad.
Según Javier Vallejo, el hablado tan local fue una de las cosas que hizo que ‘Pachito’ fuera tan querido. Con su labor de rescatar y mantener la música campesina de la región logró grandes admiradores.
“Una de las anécdotas de este personaje era que hacía programas para los músicos campesinos, y él en su colección personal no tenía ni un solo disco de música campesina”, comenta.
Su programa ‘Y nos fuimos de fiesta’, llenaba teatros en Pasto, las personas llegaban los domingos a las 8 de la mañana a coger puesto antes de la emisión al mediodía.
“Él pasó de ser un mensajero a locutor, tuvo su oportunidad en la emisora Ecos de Pasto, cuando uno de los locutores faltó y Francisco le pidió la oportunidad, en ese entonces al gerente, de realizar el reemplazo y desde ahí empezó con esta trayectoria”, explica el docente.
Se conoció que ‘Pachito’ inició en el perifoneo invitando en las veredas a las personas a que asistieran a ver cine en blanco y negro. Así mismo, en una bicicleta creó la radio ambulante, donde vendía productos como fosforeras, navajas u otros objetos para el hogar.
Pedro Zarama nació en el municipio de Tangua (Nariño), y en Pasto vivió con el padre Fidencio Concha, su papel era de mandadero. Lo recuerdan como una persona honrada y querida por los ciudadanos, quien dio vida al popular ‘Petro Bombo’.
La historia de este personaje fue recreada por el señor Antonio Moreno, propietario de ‘El Amorel’, un supermercado tradicional de la ciudad.
Vallejo explica que en los años 80 llegó a Pasto almacenes Ley y con ello el inicio de la creación de este personaje, porque esa empresa llegaba con ‘Don Julio’, el cual hacía que los compradores se acercaran a este supermercado y dejaran de comprar en los establecimientos locales.
“Don Antonio llamó a Pedro, a quien le compró una ruana o poncho, su cachucha muy similar al personaje mexicano de ‘El Chavo del 8’, y le elaboraron un bombo y una bocina de metal, y se encargaba de promocionar de una manera muy jocosa que compraran en el supermercado de la ciudad”, dice Vallejo.
Así nació la figura de ‘Pedro Bombo’, y aunque hay más historias que narran lo que fue este personaje reconocido en la ciudad, en todas se le valora la memoria que tenía en especial en fechas relacionadas con fiestas religiosas y patronales.
“Tenía su amigo que parecía su hermano y también hace parte de esos personajes tradiciones de Pasto, como es ‘El Pólvora’, quien era el encargado en toda fiesta de manipular los explosivos”, indica el docente.
‘María Cantina’
En entre los personajes tradicionales de Pasto también estaba ‘María Cantina’, conocida por ser la encargada de llevar las cantinas de leche a las casas donde pedían este producto comercializado hace varias décadas.
La reina ‘Conchita’
Era la empleada doméstica del profesor Luis Pasos Moncayo. Según Vallejo, ella se creía Miss Universo, su principal participación era durante el Carnaval de Negros y Blancos, donde tenía una banda de música con el mismo nombre.
“El nombre real era Concepción Ojeda Ocaña y la principal anécdota que se recuerda fue en un carnaval donde hizo presencia Fernando González Pacheco, y la reina ‘Conchita’, con un vestido muy floreado se frenó en frente del balcón, donde se encontraba este presentador nacional y lo hizo bajar para decirle que se casara con ella”, relata Javier Vallejo quien asegura que fue testigo de ese momento.
El maestro Alfonso Zambrano, reconocido artista del carnaval, hizo una carroza que se llamó ‘Conchita y la Fiesta Brava’ en su memoria.
Para el profesor Javier Vallejo, la invasión de la cultura de las nuevas tecnologías alejó este tipo historias de la memoria de los habitantes de Pasto, es por eso que en su labor se ha dedicado a difundir y mantener vivos estos relatos populares que hacen parte de la riqueza cultural de la capital nariñense.