Pionera de las grabaciones en su natal Valle del Cauca, la cantante Lucy Figueroa estaba llamada a convertirse en una figura reconocida por sus intervenciones en el mundo del bambuco, la ranchera y el tango. Sin embargo, la excepción hizo la regla, y terminó por quedar en el recuerdo de todos los colombianos por su versión de un clásico navideño de siempre: aquel que dice “llegó diciembre con su alegría, / mes de parranda y animación”.
“24 de diciembre”, nombre de ese himno de todos los fines de año en Colombia, fue escrito en 1938 por el compositor Francisco “El Mono” González, oriundo de Titiribí, Antioquia, y en principio su partitura fue enviada por don Félix de Bedout, representante de RCA Victor en Medellín, a México, donde la grabó el dueto Pepe y Chavela. Quiso la posteridad que la versión que cobrara más fama fuera la de Lucy Figueroa, registrada en Discos Victoria en Cali, en 1954, con el acompañamiento del acordeonero bonaverense Emiro Caicedo y su grupo, Los Alegres del Valle.
Aquella pieza no solo tiene la virtud de haber inmortalizado a la cantante, sino que, además, como nos lo recuerda el médico Alberto Burgos Herrera en su libro “La música parrandera paisa”, “esta canción, hecha en ritmo de parranda, se puede considerar la primera melodía bailable decembrina netamente antioqueña y que inicia un movimiento musical muy paisa denominado ‘música de parranda’”.
Muy pocos datos existen acerca de la vida de Lucy Figueroa aparte de su fecha y lugar de nacimiento, el 14 de julio de 1924, en Palmira, Valle, aunque ella afirmaba haber nacido en Cali. El mismo Burgos Herrera recordaba en otra de sus publicaciones: “Siendo todavía muy joven llegó a Medellín y obtuvo gran éxito en radioteatros como los de La Voz de Antioquia y La Voz de Medellín. Hizo muchas grabaciones y aunque su voz se acoplaba muy bien a los aires argentinos como el tango y la milonga, también grabó boleros y hasta música bailable”.
Sus primeras grabaciones las realizó en la recién creada disquera Discos Victoria. Allí dejó registrados el vals “una lágrima” y el corrido “Cariñito santo” con el llamado Conjunto Argentino de Franklin A. Cantorá. Por esa misma época viajó a Ecuador, donde grabó pasillos con guitarra para el sello discográfico Orión, y de ahí se fue a recorrer otros países de Latinoamérica.
A mediados de la década del 50, Lucy Figueroa dejó el que fue su único trabajo de larga duración, un disco de 10 pulgadas y ocho temas llamado “Tango canción”, una de las primeras referencias del sello Zeida – Codiscos en ese formato. La acompañó una orquesta dirigida por Edmundo Arias, con arreglos del pianista argentino George “Fatty” Montero. Los textos del disco, escritos por Juan Oradi, decían: “Aunque Lucy Figueroa no es argentina, supo adueñarse emocionalmente del tango, haciéndolo caricia pampera en su voz delicadamente sentimental”.
El investigador musical antioqueño Mauricio Restrepo Gil apunta: “Lucy Figueroa fue una de las primeras cantantes colombianas en interpretar fielmente el tango, teniendo como base e inspiración a intérpretes argentinas como Rosita Quiroga, Libertad Lamarque, Azucena Maizani y Ada Falcon. Así, fue una de esas pioneras al lado de la manizaleña Aura Cardoso, de la antioqueña Soledad Arias y de la pereirana Edilia Patiño”.
A falta de más detalles alrededor de la figura misteriosa de Lucy Figueroa, quedan ese puñado de grabaciones que la dejan ver como una representante temprana de los sonidos populares latinoamericanos en Colombia, entre los que, por supuesto, siempre se destacará su legado para las navidades con “24 de diciembre”.
El 14 de julio conmemoramos el centenario de natalicio de la cantante vallecaucana Lucy Figueroa. Por eso es nuestra Artista de la Semana.