Citado por Jacobo Celnik en su libro ‘La causa nacional’, que narra la historia del rock en el país, el disquero Humberto Moreno afirma lo siguiente acerca del famoso tema ‘Very Very Well’: “El rock and roll tocó las fibras de los músicos tropicales y de cierta forma intentaron apropiar elementos del sonido norteamericano a la música tropical colombiana para conquistar otras audiencias, tal vez gente más joven que se acercara a sus ritmos. Técnicamente fueron las primeras fusiones registradas en el país y el primer rock and roll con sello colombiano”.
‘Very Very Well’ es una composición del cartagenero Antonio Fuentes, creador del sello que lleva su apellido, grabada en 1958 junto con otro rocanrol en acordeón y guitarra de su autoría llamado ‘Mi nena’. Quien llevó ambos temas a los surcos, con el apoyo de Morgan Blanco en acordeón, fue un guitarrista y cantante llamado Carlos Román, al lado de su Sonora Vallenata. A pesar de la absoluta recordación del tema, no ocurre lo mismo con el nombre de Román, que sigue siendo parte de la evocación escasa del público especializado.
Nacido en Cartagena en julio de 1919, Carlos Román Sulbarán se desempeñó en su juventud como agente de policía. Luego, interesado totalmente en la música, se trasladó hacia La Arenosa junto con su hermano menor, Roberto. Juntos eran Romancito y el Gran Romancito, respectivamente, y se unieron a otra pareja de hermanos, Juan y Aníbal Velásquez, para conformar la agrupación Los Vallenatos del Magdalena, que entre otras cosas grabó la primera versión del clásico de Rafael Escalona ‘La casa en el aire’ hacia 1952.
El conjunto se disolvió tras la inesperada y prematura muerte de Roberto en Barranquilla en 1955, luego de haber recibido una golpiza al enfrascarse en una reyerta, días antes, en Medellín.
Tras de ello, Román formó sociedad artística por varios años con Morgan Blanco, con quien no solo conformó su Sonora Vallenata, sino otra agrupación llamada Los Raspacanilla de Carrizal, de la que también participaron el bombardinista Rosendo Martínez y los cantantes Nicolás Ortiz y Jorge Viana. Eventualmente volvería a grabar algunos temas con el acordeón de Aníbal Velásquez.
Muchos colegas recuerdan al ‘Gran Romancito’ como un personaje de temperamento volátil, que entraba en cólera en el momento menos pensado y que prácticamente rompía una guitarra a la semana contra el suelo en alguno de esos arranques de furia. Eso hacía muy difícil el trabajo en grupo con él.
Carlos Román Sulbarán estuvo activo a lo largo de sus 53 años gracias a las grabaciones realizadas en sellos como Tropical, Philips, Carrizal, Discos Curro y CBS. Si bien después del ‘Very Very Well’ nunca pudo volver a probar las mieles del éxito, varias veces intentó replicar la fórmula con creaciones propias cantadas en ese mismo inglés macarrónico, y en ritmos indistintamente señalados en los discos como rock, twist o su invento, el romanchá.
Para la posteridad dejó algunas composiciones de cierto éxito, famosas en versiones ajenas, como ‘Sin cuerpo ni corazón’, popularizada por Rodolfo Aicardi y Los Hispanos; ‘Cumbia negra’, parte del repertorio de Lisandro Meza, y ‘El desfile’, que volvió a cobrar vida en la década del 90 en la versión de Moisés Angulo.
El músico falleció el 12 de abril de 1973 en el Hospital del Niño Jesús de Barranquilla. Si bien la información de prensa habló de la tuberculosis como causa del deceso, el investigador Fausto Pérez Villarreal, basado en testimonios de Elvira, viuda del músico, y de su colega Morgan Blanco, asegura que Román falleció por complicaciones de una infección luego de que le fuera retirada una muela. Sus restos reposan en el Cementerio Universal de la capital atlanticense.
El 12 de abril conmemoramos 50 años de la muerte de Carlos Román, el ‘Gran Romancito’. Por eso es nuestro Artista de la Semana.