Siete de la noche y el frío característico de la capital arropaba el Movistar Arena. Luego de más de un año de no tener grandes eventos o conciertos presenciales, Bogotá se preparaba para recibir En Tono Colombia, dos días en donde lo más importante volvía a ser la música. Los encargados de abrir fueron Salsa N Groove, quienes con su característico saxo y los sonidos electrónicos, combinados con lo latino, hicieron al público entrar en calor.
Solo pasaron de un par de canciones cuando llegó la primera sorpresa de la noche: el rapero N Hardem entró en escena, y junto con la agrupación bogotana cantaron una versión de la canción ‘Mujer Divina’ de Joe Cuba, lo que hizo que todo el coliseo empezara a bailar y cantar junto con los artistas.
Tras la primera presentación, un par de minutos después subió a escena Puerto Candelaria. Con su sabor y energía lograron parar, nuevamente, a todos los espectadores. Sus canciones más populares estuvieron sonando en el recinto, entre las que destacó ‘Amor y deudas’, la versión de ‘Senderito de amor’ y ‘Amor fingido’, que hicieron que el público cantara, tarareara y bailara.
Lo que apuntaba a ser una noche helada se había convertido en un encuentro cálido y una celebración a la vida, que se encendió más cuando los sonidos electrónicos volvieron a apoderarse de la tarima con Systema Solar. Índigo, uno de los integrantes de la agrupación, declaraba el cansancio lógico por la altura de la ciudad. Esto no fue impedimento para dar hasta la última gota de sudor en la presentación. Y cuando esta parecía llegar a su fin, y en el público estaba la duda de por qué no habían tocado ‘El botón del pantalón’, las luces volvieron a entrar en escena y Systema Solar dio el toque final con la canción que todos estaban esperando para bailar.
Ya estaba por finalizar la primera noche, pero faltaba una pantera por aparecer, una que grita mambo y hace mover hasta los músculos que no sabíamos que teníamos. La orquesta La 33 puso la cereza del pastel, cerrando de forma magistral el cumpleaños de Bogotá. Todo terminó con ‘Soledad’, pero todos juntos bailando.
Aunque el frío seguía siendo el mismo, la segunda noche de En Tono Colombia fue algo diferente. Los encargados de darle vida a la velada y conmemorar la Batalla de Boyacá fueron La Etnnia y Ali A.KA. Mind, dos de los más grandes exponentes del hip hop y rap de Colombia.
La euforia del día anterior, se convertía en reflexión por parte de los espectadores. Suena raro decirlo, pero el público volvía a estar unido, aunque separado por el distanciamiento social.
En el arranque estuvo La Etnnia, agrupación creada a finales de los ochenta en el barrio Las Cruces de Bogotá y que, a pesar de los años, permanece vigente en la escena urbana. Todo el mundo empezó a emocionarse con los primeros beats del discjockey. El público se paró de sus sillas batiendo las manos hacia arriba. Quienes más cantaron fueron un par de niños de 10 y 12 años que estaban en primera fila, como si vinieran de aquella época.
Terminaba la primera presentación y el público ya empezaba a corear: “Ali, Ali, Ali!”. La gente quería verlo, y no decepcionó. Con el pasar de las canciones, la nostalgia tomaba lugar y tres momentos fueron claves: en honor a los que ya no estaban, a su padre y a su hija. Y finalmente terminó dando un mensaje por la situación actual del país.
Y así terminaron dos conciertos que tuvieron todo tipo de emociones, que se atrevieron a dar un primer paso para volver a la presencialidad, para seguirnos cuidando y disfrutando de la música en la capital del país.