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Senado brasileño sanciona a Dilma Rousseff por 6 meses

Tras ser separada de la presidencia de Brasil, aseguró al pueblo brasileño que el proceso legal que cursa en su contra es jurídicamente inconsistente, que ese acto de condena es irreparable y que recurrirá a todos los medios legales para mantener su mandato.

Por: Carolina Bustamante

Tras una sesión en el Senado que se prolongó por 21 horas, y con una votación de 55 votos en contra 22 a favor, Dilma Rousseff, será suspendida de su cargo como presidenta de Brasil al menos por 180 días para responder un juicio político que busca determinar si violó o no las normas fiscales durante el año 2014 y 2015 y maquilló el déficit presupuestal de su Gobierno para favorecer su campaña de reelección.

Con gran indignación la mandataria de izquierda se dirigió a los 54 millones de ciudadanos que votaron por ella y aseguró que las acciones en contra suya obedecen a un ´Golpe de Estado´ y no a un acto legal; ratificó su inocencia frente a un daño que para ella resulta irreparable:

“Cuando a una presidenta electa se le acusa por un crimen que no cometió, el nombre que tiene esto en el mundo democrático no es acusación, es golpe”. “No cometí crímenes de responsabilidad; no existe motivos para una acusación; este proceso es frágil, jurídicamente inconsistente”. Y Enfatizó: “No existe injusticia más devastadora que condenar a un inocente; injusticia cometida es un mal irreparable”.

Para Rousseff, su gobierno ha sido blanco de sabotaje por la oposición y denunció que está en juego no solamente un mandato sino el respeto a la voluntad del pueblo al haberla elegido para cambiar un sistema que no benefició nunca a los más pobres, motivo por el cual hará uso de sus recursos legales.

“Voy a luchar con todos los instrumentos legales de los que dispongo para ejercer mi mandato hasta el fin; hasta el 31 de diciembre de 2018”.

Le dijo al pueblo brasileño que ha cometido errores, pero no cometió ningún crimen; que sus actos fueron correctos, necesarios y legales; y finalizó agradeciendo al pueblo por haber escogido a una mujer como su presidenta e invitó a sus votantes a seguir movilizándose unidos y en paz.

Así entonces a partir de este momento la presidencia de Brasil será asumida por el vicepresidente Michel Temer, adversario de Rousseff, y quien terminaría su mandato hasta el 1 de enero de 2019 si la destitución de la presidenta Dilma Rousseff queda en firme; sin embargo, existen peticiones ante el Tribunal Supremo de justicia y el legislativo para que el nuevo presidente interino sea destituido.

Por lo pronto se espera a que el nuevo presidente anuncie su gabinete de Gobierno.

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