En la zona marítima de San Andrés se han instalado boyas de monitoreo ambiental con el objetivo de analizar el comportamiento de los huracanes y reducir la vulnerabilidad del archipiélago frente a los embates de fenómenos climáticos.
Las boyas han sido ubicadas en la bahía del Cove y en la zona del emisario submarino como parte de la implementación e integración de una red de monitoreo y soporte para la medición de variables físicas, químicas y biológicas en las aguas oceánicas adyacentes a las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Actualmente, se han instalado un total de 5 boyas, una de las cuales ya se encuentra en el municipio de Providencia, mientras que otras 2 fueron colocadas este martes en la isla de San Andrés. Durante el proceso de instalación, se ha tenido en cuenta la protección de los corales y la garantía de resistencia ante cualquier condición climática.
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"Nuestro objetivo con este proyecto de monitoreo es abordar los efectos climáticos que el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina enfrenta anualmente, especialmente los huracanes debido a su ubicación en el Gran Caribe, que históricamente ha registrado el paso de diversas depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes de categorías 1 a 5", afirmó Nacor Bolaños, coordinador de las Áreas Marinas Protegidas de Coralina.
El experto también señaló que los eventos climáticos extremos pueden causar graves afectaciones sociales, ambientales y económicas en las comunidades de las islas pequeñas. Aunque los huracanes no han sido muy frecuentes en el Caribe colombiano a lo largo de la historia, su impacto puede ser significativo en aquellas regiones que no están preparadas.
Este proyecto ha sido financiado con recursos de Regalías y es liderado por la Universidad Nacional de Colombia, sede Caribe, con el acompañamiento de la Corporación Coralina, la Armada Nacional, la DIMAR y la Gobernación de San Andrés.