La Fiscalía General de la Nación adicionó y precisó la imputación en contra del exrepresentante a la Cámara, Edwin Gilberto Ballesteros Archila, por supuestas irregularidades en la celebración de contratos, mientras se desempeñó como gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Santander (ESANT).
Ballesteros fue investigado por presuntas anomalías en la construcción de varios acueductos del departamento, inicialmente se desempeñó como coordinador de la campaña de Aguilar Villa a la Gobernación y luego pasó a ser el asesor de despacho en temas ambientales.
Además, Ballesteros Archila fue encargado en múltiples ocasiones como secretario de Hacienda, Planeación, Comunicaciones, Infraestructura y Educación. También, sirvió como alcalde encargado de Floridablanca por orden de Richard Aguilar.
Al frente de la Esant, Ballesteros Archila firmó varios contratos con Octavio Reyes, integrante de la Unión Temporal Reforzamiento del 2015 del estadio Alfonso López de Bucaramanga. A través de Ingream, firma propiedad de Reyes, la Esant le adjudicó varios contratos de consultoría por cerca de mil millones de pesos. Además, la Empresa de Servicios Públicos, bajo la gerencia de Ballesteros Arhcila, contrató al propio Octavio Reyes como contratista de prestación de servicios de la entidad.
De esta manera la investigación fue asumida por un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, quien luego de hacer las valoraciones del material de prueba obtenido y realizar las adecuaciones para que el expediente se siguiera dentro de los parámetros de la Ley 906 de 2004 (Sistema Penal Acusatorio) encontró méritos para adicionar o precisar algunos delitos.
Ante un juez de control de garantías de Bucaramanga (Santander), la Fiscalía comunicó la nueva imputación contra el excongresista como presunto responsable de 13 cargos distintos de: concierto para delinquir agravado, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, peculado por apropiación, cohecho propio y concusión.
Las conductas están relacionadas con cinco contratos, suscritos entre 2014 y 2015, en los que habría tenido participación Edwin Gilberto Ballesteros Archila como gerente de ESANT, y en los que la evidencia da cuenta de posibles anomalías en el trámite, celebración y ejecución.