Tras recibir información de más de 40 casos de jóvenes en el Chocó que fueron a juicio por distintos delitos, el comisionado de la verdad, Leyner Palacios hizo un llamado al país a realizar acciones en pro de la protección de los menores que habitan las zonas más vulnerables del país.
Para Palacios “la mayoría han tomado esa decisión porque ven ya desesperanza en la falta de protección y decisión del Estado en garantizar que estén fuera del conflicto armado, pero también en la falta de oportunidades que tienen para estudiar y poder acceder a salud y educación”, dijo el comisionado.
El 3 de agosto de 2021 la defensoría del pueblo emitió la Alerta Tempana estructural 016-21 para la subregión del Medio Atrato, en la que se especifican los hechos que afectan a la población: homicidios, amenazas, reclutamiento forzado, extorsiones, enfrentamientos armados, restricciones a la movilidad, minas antipersonal y municiones sin explosionar en los territorios colectivos, tanto en consejos comunitarios como en resguardos, esta es una de las 11 emitidas para el departamento entre el 2020 (6) y 2021 (5).
El comisionado afirmó que “en el marco del conflicto armado se les arrebataron sus creencias, se les arrebataron sus ancestros, pero también los jaibanas (sabedores) que mantenían el equilibrio de esas personas, pero también de la naturaleza. Hoy estos jóvenes no tienen un referente y un horizonte de equilibrio en su territorio”, enfatizó.
Los pueblos étnicos siguen resistiendo por el arraigo situación que según Leiner los expone aún más “y aun así siguen viviendo la situación de atropello por la presencia del Eln y el paramilitarismo en sus distintas versiones, estas comunidades y las vidas sus jóvenes sieguen estando a la voluntad de un grupo armado que está ahí en el territorio”, aseveró.
Según reportes de la personería de Bojayá en el año 20221, en este municipio sufrieron confinamiento 26 comunidades de las cuales 22 son indígenas asentadas en los ríos: Bojayá, Uva, Pogue, Cuía, Chicúe, Napipi y cuatro afro (Pogue) ubicada entre los ríos Bojayá y Atrato.