San Andrés se convirtió en la Reserva de Biósfera Seaflower desde el 2000, es cuna de ecosistemas endémicos y una amplia gama de flora y fauna.
En el Archipiélago, el turismo emerge como la principal actividad económica y son muchos los tours que se ofrecen a visitantes y residentes, entre ellos estaba, hasta hace el 'Tour Mantarraya'; ofrecido hace algunos años como parte de las paradas infaltables.
Y es que se hizo famoso entre los residentes y foráneos, el manipular rayas para obtener las fotos y vídeos de personas sosteniendo a estos animales de “forma jocosa”.
Pero detrás de esta actividad, se levantaba un cúmulo de afectaciones para la especie, pues el contacto constante con los humanos generó, en algunos casos, el desarrollo de enfermedades en estos animales que llevó a la muerte de ejemplares.
Las regulaciones
Si bien el concepto de manipular las rayas con fines de espectáculo no es nuevo, desde la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina) ubican preliminarmente al año 2009 como punto de partida para la proliferación de tours que incluían esta práctica. A partir de allí, en la isla fue cada vez más común el uso de estos animales para el “disfrute” de los humanos.
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A medida que estos tours se volvían más usuales, iniciaron los procesos de regulación. En un principio se optó por un enfoque pedagógico que incluía talleres y conversatorios con prestadores de servicios turísticos con el fin de hacer de esta actividad, un nodo sostenible en el tiempo.
Posteriormente, en 2016, nació la primera normatividad oficial (Resolución 1205) sobre este tema, la cual versaba que la manipulación de las rayas era posible siempre que se cumpliera con una serie de prerrogativas exigidas por Coralina.
En ese contexto, algunos operadores del tour incumplieron estas normas y, por lo tanto, se decidió prohibir la manipulación de estas especies y solo permitir el avistamiento de los mismos, a través de la Resolución 622 de 2018.
Según Nacor Bolaños, coordinador de Áreas Protegidas de Coralina, en el desarrollo de los 'Tours mantarraya' se realizaba un mal manejo de los animales y, en algunos casos, se les daba comida o se las sacaba del agua, aspectos que además de estar prohibidos por las distintas regulaciones sobre el tema, afectaban en gran medida la salud de esta especie, hecho que derivó en la muerte de ejemplares en la isla:
“La Corporación emitió diferentes normatividades al respecto, pero hubo incumplimiento por parte de prestadores de servicios turísticos en referencia a este recurso natural que venían sufriendo deterioros en la salud de sus poblaciones”, puntualizó Bolaños.
Actualmente, mediante la resolución 426 de 2021, se ordenó la prohibición de cualquier tipo de actividad turística asociada al recurso natural rayas en toda la jurisdicción del Distrito de Manejo Integrado de la Reserva de Biósfera Sea Flower.
Entre tanto, la autoridad ambiental de San Andrés Islas, así como las organizaciones defensoras de los recursos naturales, siguen trabajando para generar conciencia entre los ciudadanos, tanto residentes como visitantes, sobre la importancia de hacer un turismo responsable con las especies que habitan en el Archipiélago y así seguir aportando a la conservación ambiental de la reserva Sea Flower.