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Jóvenes le apuestan a la paz y el medio ambiente en Santa Marta

En Santa Marta, un grupo de jóvenes ha tomado las riendas de un ambicioso proyecto que busca sanar tanto a las personas como al medio ambiente.
Santa Marta: Jóvenes le apuestan a la paz y el medio ambiente
Foto: Angie de la Rosa
Angie de la Rosa

La Fundación sin ánimo de lucro ECODI, liderada por Miguel Vargas, Angélica Peña, Carlos Pita y Daniela Vergel, junto con otros diez jóvenes profesionales, no solo está cambiando paisajes, sino también vidas, demostrando que la juventud tiene el poder de transformar territorios marcados por la vulnerabilidad y la violencia.

Fundada en 2019, la Fundación ECODI, que significa Ecología Dinámica, ha centrado sus esfuerzos en tres pilares: el cuidado de los animales, el apoyo a las comunidades de escasos recursos y la concientización ambiental. “Queremos dejar mensajes que perduren, tanto en la naturaleza como en la gente”, explica Miguel Vargas, presidente y fundador de la asociación.

Con actividades como la plantación de árboles y caminatas ecológicas, estos jóvenes fomentan un vínculo profundo y respetuoso con el entorno, llevando los conocimientos adquiridos a través de la academia y su interés por la preservación de los ecosistemas hasta las comunidades.


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Esto complementado con su labor educativa es fundamental dentro de su misión, por lo cual constantemente imparte charlas en escuelas y universidades sobre la importancia del cuidado del medio ambiente, enseñando a las nuevas generaciones estrategias prácticas para proteger la naturaleza con talleres no solo buscan informar, sino también inspiran a jóvenes y adultos a convertirse en defensores activos del bienestar del planeta.

De otro lado, estos jóvenes samarios se encuentran igualmente comprometidos con el apoyo a comunidades vulnerables a través de actividades sociales. Por eso, dentro de sus múltiples actividades, también se incluyen campañas para recolectar donaciones, llevando libros y suministros esenciales a poblaciones menos favorecidas. 

Un ejemplo es la comunidad Wayuu en el departamento de La Guajira, donde han estado ya en tres ocasiones, cada una más satisfactoria que la anterior, pues, según mencionan, en cada regreso han contado con más recursos y más voluntarios, creando lo que para ellos es “un impacto duradero y sostenible en el tiempo”.

Por otra parte, en la Sierra Nevada de Santa Marta, han trabajado con la comunidad Kogui, distribuyendo materiales escolares y ropa y adelantando iniciativas como la campaña "Sembrando Sonrisas", con la que principalmente en épocas decembrinas, se organizan para llevar a los niños de estos sectores poblacionales que consideran el verdadero futuro y promesa de estas comunidades mayormente vulnerables, regalos y momentos de alegría.

Para Miguel Vargas, lo que distingue a ECODI es su enfoque entusiasta. “No solo hacemos las cosas de manera meticulosa, sino que también, como jóvenes, disfrutamos el proceso”, menciona. Durante las caminatas ecológicas, los voluntarios llevan a cabo jornadas de recolección de basura y luego disfrutan de actividades recreativas como el kayak. 

Este enfoque lúdico y dinámico busca fortalecer los lazos entre los participantes y crear una comunidad unida por el propósito común de cuidar y disfrutar responsablemente del medio ambiente.

Miguel además cuenta cómo nació esta iniciativa, la cual surgió, como muchas otras en la actualidad, a partir de un reto viral de redes sociales. “Era un reto de limpieza de playas. Fuimos seis personas a la playa Los Cocos de Santa Marta, recogimos la basura y realizamos un video mostrando el antes y el después”, recuerda Vargas. 

La respuesta fue abrumadora porque personas de toda la ciudad y el departamento querían unirse. Así, poco a poco, nació la Fundación, que ha crecido hasta convertirse en una organización registrada con un impacto significativo en la región, formando a lo largo de estos cinco años, alianzas estratégicas que les han permitido ampliar su alcance, consolidándose como una de las más destacadas en el distrito.

Finalmente, el presidente de esta fundación nos cuenta su sueño de poder extender sus actividades a toda la región Caribe y eventualmente a toda Colombia, demostrando que es posible construir un futuro más sostenible y justo, donde cada pequeña acción cuenta y donde los jóvenes lleven las riendas de esta nueva manera de construir paz con conciencia ambiental.

Foto: Angie de la Rosa


 

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