Luego del anuncio de los gobiernos de Colombia y Ecuador sobre la reapertura del paso fronterizo de San Miguel en el Putumayo, los comerciantes en este departamento han manifestado que se podría ver reducido el ingreso de dólares americanos, moneda de intercambio en Ecuador, porque la Cámara de Comercio de Lago Agrio pidió al gobierno de Guillermo Lasso, que la apertura de la frontera se haga efectiva después de la temporada de fin de año.
La Cámara de Comercio del Putumayo, a través de su directora ejecutiva Decci Ibarra, confirmó que en diálogo con voceros de la Cámara de Comercio de Lago Agrio, “efectivamente piden abrir la frontera después de año nuevo porque ya tienen adquiridos los inventarios para ponerlos en manos del público. Serán decisiones que tome en definitiva el gobierno de ese país”, expresó.
El anuncio de reapertura inicialmente causó una reacción positiva, porque “esas medidas van a permitir la dinámica del turismo y del comercio que han venido creciendo en beneficio de las dos fronteras”, dijo la funcionaria gremial. Pero hay frustración del lado colombiano en el comercio, porque las compras no tendrán el mismo ritmo y flujo como fue tradicional hace dos años atrás.
Los comerciantes del Putumayo serían beneficiados considerando que son muchas las personas que estarían cruzando la frontera hacia Puerto Asís, La Hormiga y Mocoa para comprar electrodomésticos, ropa y equipos electrónicos.
Orlando Jaramillo Duque, comerciante del Valle del Guamuéz, cree que “una posible decisión de restringir el ingreso de divisas a Colombia al no abrir la frontera, no dejará los dividendos que son anhelados este fin de año”.
Al momento de estar habilitada la frontera, visitantes, comerciantes y turistas que llegan al Putumayo desde Ecuador hacen sus compras y adquisiciones en dólares. Para ellos es un gran beneficio hacer una transacción en Colombia considerando el valor de la moneda que está en cerca de cuatro mil pesos por dólar. Para el comercio en el Putumayo de igual manera las operaciones son favorables, porque ellos ponen el precio, que puede estar por encima del estándar de regiones del interior del país.
De no abrirse la frontera, la crisis ocasionada desde hace 20 meses por cuenta de la pandemia llevaría a una crisis económica más profunda para más de dos mil comerciantes de manera directa en la región. “Fue muy corto el tiempo del anuncio de la reapertura de la frontera y no tuvieron lapsos los comerciantes de Lago Agrio para vender sus inventarios”, dijo Decci Ibarra.
En el caso de La Hormiga, en el Valle del Guamuéz y La Dorada San Miguel, existen muchos locales comerciales que están vacíos cuyo costo de arriendo mensual oscila en un costo de un millón de pesos mensuales.
“Lo que han hecho los propietarios es dividir en dos, tres o hasta cuatro partes esos locales, pero el costo de esos arriendos se ha mantenido”, dijo Jaramillo.
Otro de los inconvenientes del paso hacia Colombia es que no existe una plataforma homologada para el control vehicular, “por lo que el viajero o comerciante ecuatoriano teme ingresar a Colombia, ante la cantidad de requisitos exigidos por parte de los guardas de tránsito”, dijo el comerciante Jaramillo.
En el Putumayo se deberán enfrentar algunos retos tras la apertura del punto fronterizo según las autoridades sobre el río San Miguel, considerando su anunció que se promoverá en los próximos días la Mesa Regional Fronteriza, donde estarán como invitados funcionarios de la Cancillería y de la Presidencia de la República.
Entre los retos en el paso de frontera están el de superar “las bajas coberturas en vacunación en al menos cinco municipios”, manifestó Carlos Gerardo González, secretario de Gobierno Departamental del Putumayo. Esta era una de las razones del gobierno ecuatoriano para no dar apertura de la frontera.