Preocupados, así se encuentran los habitantes de Hato Viejo, corregimiento de Calamar, en el norte del departamento de Bolívar. La angustia es por las inundaciones que ha dejado a más de 150 personas damnificadas por la temporada invernal. La creciente de la ciénaga de El Hobo también ha causado afectaciones.
Danith Escorcia, quien hace parte del consejo comunitario de Hato Viejo, hizo un llamado a las autoridades para que adelanten los trabajos de mitigación.
“Esta situación se produce porque Cardique, en una limpieza que hizo al caño, abrió más de lo normal y eso ha provocado que más de 150 personas estén damnificadas en este momento. En el colegio se encuentran albergadas 13 familias y hay otras personas que han hecho sus propios cambuches. Hay algunas personas que nos han donado algunas cosas y elementos para los damnificados, pero aún hace falta más ayuda”, apuntó la líder social.
Escorcia también agregó que la situación cada vez se torna más crítica porque las lluvias se han seguido presentando y la corriente continúa aumentando. “Muchas personas aún se encuentran dentro del agua y no han podido salir porque no hay donde reubicarlas. Sigue lloviendo y la situación es bastante compleja”, sostuvo.
Danith insistió en que no han recibido la ayuda necesaria por parte de las autoridades competentes del municipio de Calamar. “La alcaldía de Calamar no ha visitado la zona últimamente, solo regaló unas compritas hace más de un mes y no ha pasado más nada. Unos amigos hicieron una campaña y me regalaron un zinc, el fondo de prevención y desastre nos donó 100 mercados para las familias y esa es la ayuda que hemos recibido”, indicó.
En otros municipios del departamento de Bolívar también hay preocupación porque los niveles del río Magdalena se están elevando y temen a inundaciones.