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Guardianes del Agua: Campesinos de la vereda El Canal, en la Sierra Nevada de Santa Marta, celebran casi un siglo de lucha por su preservación.

En medio de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Puerto Mosquito, a tan solo 25 minutos del casco urbano de esta ciudad y a orillas del río Gaira, se encuentra ubicada la vereda El Canal, un hermoso y tranquilo lugar.
COMUNIDAD VEREDA EL CANAL.
Angie de la Rosa

En la actualidad, un grupo aproximado de 130 familias que luchan incansablemente por la preservación del recurso más vital en nuestro planeta: el agua; un elemento que más que ser una necesidad, se ha convertido en el eje central sobre el que gira y funciona toda la vida de esta comunidad.

La población que conforma está vereda es diversa y está compuesta por 36 familias indígenas, pertenecientes en su mayoría a la etnia indígena Narakajmanta,18 familias de población desplazada y víctima del conflicto armado y población campesina vulnerable, pero resiliente y emprendedora; juntos, trabajan para preservar su entorno y gestionar de manera sostenible el recurso hídrico, con una meta clara: garantizar la gobernanza del agua y fomentar su uso adecuado y racional.

Héctor Campo, un residente de la vereda por más de 35 años, recuerda cómo este territorio, dividido por el río que nace en la estrella fluvial de San Lorenzo, ha dependido desde siempre y en gran medida de este canal que emerge desde la parte alta "Este canal nos suministra el agua necesaria para nuestras actividades agropecuarias, domésticas y para el sustento de nuestros animales", menciona con orgullo.

 

COMUNIDAD VEREDA EL CANAL.

Justamente, este canal que da nombre y sustento a la vereda, está cerca de cumplir 100 años, ya que fue inaugurado el 27 de junio de 1927 por la necesidad de la Compañía Frutera de Sevilla, una empresa exportadora de banano, (tristemente célebre por la masacre de las bananeras) de generar electricidad para sus operaciones en Gaira, y haciendo frente a esta necesidad, esta empresa, construyó un canal de 3.400 metros de largo y un metro de ancho, que mediante un desnivel de 600 metros y una caída de agua generaba energía.

A lo largo de los años, el canal pasó por varias manos y sufrió muchas modificaciones, debido a que originalmente fue construido con partes metálicas y posteriormente se fue reforzando con muros de concreto, hasta derivar en su aspecto actual, esto con ayuda y trabajo de los pobladores, ya que, tras el abandono de la infraestructura por parte de dichas empresas, la comunidad asumió su mantenimiento. "Hoy, bajo la custodia de la Junta de Acción Comunal, luchamos día a día por preservar este patrimonio que no solo nos da nombre, sino que es vital para nuestra existencia", explica Héctor Campo.

COMUNIDAD VEREDA EL CANAL.

Comprometidos con el medio ambiente, esta población rural se ha dedicado a distribuir de forma responsable este recurso, destinando entre el 35% y el 40% de su territorio a su conservación y a la preservación de otros factores medioambientales como el suelo y la biodiversidad característica de la Sierra Nevada, esto teniendo en cuenta que para ellos proteger a las especies nativas que cohabitan en este lugar es de suma importancia, como lo es el caso de los monos aulladores, “ellos acompañan generalmente el sector del río y las quebradas con sus aullidos sus gritos y verlos en los árboles con ese clamor de la naturaleza viviendo tranquilamente, eso es una belleza, más la infinidad de pájaros, de todas las aves que tenemos en el sector, eso nos llena de orgullo porque es maravilloso” señala Claudia Valencia, una de las mujeres líderes de este sector.

Y es que precisamente las mujeres son otro de los ejes centrales del trabajo de esta comunidad, ya que, de acuerdo con la líder, “las mujeres juegan un papel fundamental en este trabajo de preservación, ellas salen a cocinar, otras a sacar lodo, a recoger o a repartir agua para que los compañeros, los esposos y sus hijos y hermanos puedan sacar adelante esas jornadas de trabajo que a veces son muy cansadas”

Las actividades diarias en el canal comprenden principalmente la revisión de la instalación adecuada de las mangueras y la detección de posibles fugas de agua; la comunidad se mantiene alerta para asegurar que este recurso preciado se utilice eficientemente, destinándolo al riego de cultivos, la alimentación animal y el consumo doméstico. Además, mientras las personas transitan por el canal, están atentas a posibles obstrucciones como troncos o piedras que puedan afectar el flujo del agua. La vigilancia es llevada a cabo tanto por los residentes como por los comités de trabajo, quienes se convocan a través de redes sociales para organizar actividades de limpieza, especialmente durante la temporada de lluvias.

COMUNIDAD VEREDA EL CANAL.

A su vez los pequeños parceleros que viven de la siembra, la cría de animales y de actividades artesanales, en zonas aledañas al afluente, buscan llevar sus actividades de una forma ambientalmente amigable, optando por dejar una porción significativa de sus predios sin actividad agropecuaria, para reducir los impactos negativos que estas actividades puedan llegar a ocasionar.

De otro lado, la comunidad constantemente adelanta mesas de trabajo en las que actualizan sus estrategias, sus planes de acción, en busca de nuevas formas de hacer más eficiente el uso del agua en los sectores agrícola, turístico, industrial y doméstico, convirtiéndose a su vez en un ejemplo de ecología y protección medioambiental, debido a que otro de sus mayores objetivos es mantener los bosques secos tropicales, bosques primarios, secundarios y corredores biológicos, con el menor impacto humano posible garantizando así su preservación.

Este proceso ha permitido a los campesinos de la vereda El Canal suministrar agua a importantes sectores de la ciudad como El Rodadero, Gaira y sus alrededores durante muchos años, garantizando a su vez suministro del fluido para cultivos y consumo humano. "Es importante que estos proyectos que tenemos con el canal sean sostenibles en el tiempo, pero necesitamos mucho apoyo, de las instituciones y de la sociedad, somos responsables del cuidado del medio ambiente somos responsables de cuidar y preservar la biodiversidad en la Sierra Nevada, de evitar incendios, de evitar la tala, la quema y convertirnos en sembradores de agua y en sembradores de paz." Indica finalmente Claudia Valencia.

Hoy la misión de los habitantes de la vereda el Canal es clara: proteger el agua y garantizar que futuras generaciones puedan disfrutar de este recurso esencial, pues como ellos mismos lo mencionan, cada gota cuenta y cada esfuerzo por su preservación es una promesa de un mañana sostenible, y desde la Sierra Nevada envían un mensaje no solo al país sino al mundo entero, para que como especie humana, prioricemos la preservación del agua y de nuestros recursos naturales y nos convirtamos en guardianes de nuestra propia supervivencia.

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