El Tribunal Administrativo de Cundinamarca determinó que el presidente Gustavo Petro no tendrá que pagar 22.170 millones de pesos de multa que le había impuesto la Contraloría Distrital por el modelo de basuras que implementó en Bogotá durante su Alcaldía en los años 2012-2016.
Esta sanción también cobijaba a María Mercedes Maldonado, Alberto José Merlano Alcocer y Gerardo Ardila, exfuncionarios de su Alcaldía, que tenían que pagar un total de 75.483 millones de pesos.
“Ordenase a la entidad demandada, esto es, a la Contraloría Distrital de Bogotá, dejar sin efecto única y exclusivamente la condena de responsabilidad fiscal impuesta a los señores Gustavo Francisco Petro Urrego, María Mercedes Maldonado Copello, Alberto José Merlano Alcocer y Gerardo Ignacio Ardila Calderón y dejar sin efectos la inclusión de cada uno en el boletín de responsables fiscales de la Contraloría General de la República y en el registro de inhabilidades de la Procuraduría General de la Nación”, se lee en la decisión.
La determinación la tomó el Tribunal al confirmar que sí hubo una violación del debido proceso por parte de la Contraloría Distrital y además que se pudo demostrar la infracción de las normas en que debe fundarse el proceso de responsabilidad fiscal.
"En los actos acusados no se encuentra acreditada la responsabilidad fiscal atribuida a los demandantes, bajo el elemento de la culpa grave que se les atribuyó, sin que se acudiera al fundamento legal para ello, pues se reitera que, en caso de presunción, la culpa grave debe estar definida expresamente por la ley", concluyó el Tribunal.
Por su parte, el jefe de Estado reaccionó a la decisión a través de su cuenta de X, asegurando:
“El Tribunal Administrativo de Cundinamarca ha hecho justicia con nuestra política “Basura Cero”. Lástima que el Distrito la haya destruido. Destruyó no solo “Basura Cero”, sino el metro subterráneo, la red de tranvías, el sistema preventivo de salud, “jóvenes en Paz”, el cuidado de los humedales, la vivienda social en el centro, y la reserva forestal del norte. Solo sobrevive el gran salto en calidad de la educación pública. Bogotá Humana fue reemplazada por lo de siempre: especulación inmobiliaria y Transmilenio”, escribió Petro.