Gualajo: 14 canciones para recordar su legado
Por: Luis Daniel Vega. Realizador de Los Vinilos y Músicas de Colombia.
El pasado 16 de mayo murió en Cali José Antonio Torres, mejor conocido como “Gualajo”, uno de los referentes indiscutibles de la marimba de chonta en Colombia. Si bien su oficio musical empezó desde muy temprana edad, fue a finales de los noventa cuando empezó a ser reconocido y grabado.
A manera de homenaje, ofrecemos un recuento discográfico con algunas de sus tonadas e interpretaciones más emblemáticas. Incluimos en este repaso algunas curiosidades inspiradas en el legado de Gualajo.
Mirando- Grupo Naidy
En los primeros años de la década de los ochenta, el percusionista, investigador y docente Irlando López “Maky” se conoció con José Antonio Torres cuando juntos coincidieron en el grupo Los Bogas del Pacífico.
Con esta legendaria agrupación –donde Gualajo hacía el bordón en la marimba y Maky era bailarín- fueron invitados al célebre ciclo de conciertos Noches de Colombia realizado en el Teatro Colón de Bogotá.
A finales de los noventa Irlando López formó el Grupo Naidy e invitó a Gualajo a que hiciera parte de él. En el año 2002 el Grupo Naidy debutó discográficamente con el disco Tributo a nuestros ancestros. La primera canción es el currulao “Mirando” –un homenaje al cununero Antonio Banguera- donde Gualajo perpetuó una de sus reconocidas arengas: “¡Toca un bambuco viejo, Gualajo, carajo!”.
Antonio Caicedo- Grupo Naidy
Gualajo, apodo que adoptó José Antonio Torres, alude a un pez escurridizo que se aleja del cardumen y nada en soledad.
El sobrenombre es coherente con la naturaleza indomable que mostró el marimbero en vida. Dice el investigador Óscar Hernández: “Y en efecto, el estilo musical que ha impulsado Gualajo consiste en darle mucho más protagonismo a la marimba, que antes cumplía exclusivamente la función de acompañar a las voces (…) La improvisación en la marimba es algo que nace con Gualajo”. La juga-arrullo “Antonio Caicedo” –una composición original de Torres, también incluida en Tributo a nuestros ancestros- es un buen ejemplo de ello.
Comadre Araña- Grupo Naidy
En una madruga de pesca Don José Torres, padre de Gualajo, se topó con un sonido proveniente de la profundidad de las aguas. Luego de visitar muchas veces el lugar donde aparecía el “encanto”, Don José logró abstraer un toque que se conoce hoy como juga grande.
Según el mismo Gualajo, la “mamá de todas las jugas” se llama “Comadre Araña”, una cantinela de la tradición oral que narra el curioso incidente de un sapo marimbero y borracho quien con la ayuda de la comadre Araña (una cantadora) logra subir al cielo y sumarse a una fiesta que San Pedro ha organizado con todos los animales. Al final, el sapo enjumado revela un secreto. Incluida en el disco Cosechando una semilla (2003), la versión del Grupo Naidy es considerada una de las interpretaciones memorables de Gualajo en la marimba.
Del cielo cayó una rosa- Grupo Gualajo
En diciembre de 2003 se grabó en Bogotá el que es considerado el primer disco de Gualajo. Se tituló Esto sí es verdás aludiendo a otro de sus reconocidos gritos de batalla. “Del cielo cayó una rosa” es otra juga grande donde se devela, de nuevo, la pericia de Gualajo en el arte de la improvisación.
Lo acompaña en el bordón de la marimba el percusionista bogotano Juan David Castaño, quien recuerda emocionado el momento en el que registraron la canción: “Gualajo dijo que necesitaban un bordonero. Me miró a mí. Cuando apenas le pegaba los primeros golpes a la marimba, sentí el poder de Gualajo a mi lado. Segundos después la banda arrancó y no paró. Quedó así, cruda, sin ediciones ni artificios”. La edición original del primer disco de Gualajo –del que se presentaron tan solo 500 copias- es hoy un objeto de culto buscado con minucia por coleccionistas osados.
Botella vasito- Grupo Gualajo
Gualajo era un músico camaleónico. Por un lado, representaba el ala más tradicional en cuanto a la interpretación de la marimba de chonta se refiere y, por el otro, también personificaba el artista atento a los cambios y transformaciones.
Eso quedó plasmado en El pianista de la selva su segundo disco editado en 2008 y producido por su amigo y alumno Tito Medina. Si bien el marimbero despliega todo su virtuosismo en toques antiguos de río, también hace lo suyo con incursiones modernas como “Botella vasito”, una pegajosa rumba –escrita junto al cantante Ezequiel Sinisterra- que, como afirma Juan Sebastián Ochoa en las notas interiores del disco, “(…) mezcla elementos rítmicos de la salsa con el fraseo y la tímbrica de los instrumentos locales”.
Los perritos de mi abuela- Grupo Gualaj. Escuchéla aquí.
José Antonio Torres era, además de músico y constructor de instrumentos, un hombre de selva que sabía los secretos más profundos del corte de las maderas, la recolección de frutos silvestres, la pesca y la cacería. Varias de sus canciones escenifican esa bucólica vida montuna como lo es el caso de “Los perritos de mi abuela” que, según él, fue una de sus primeras composiciones.
La retahíla en cuestión apareció por primera vez en la reimpresión que el sello Resistencia Music hizo en 2010 del incunable Esto sí es verdad. Junto al cantante y guitarrista Ezequiel Sinisterra, el contrabajista Juan Manuel Toro y algunos músicos de la agrupación La Revuelta (Ailín Calderón, Juan David Castaño y Ferney Segura), Gualajo retomó una vieja canción que, para la ocasión, resultó una refrescante mezcla entre aguabajo y son cubano. En 2011 se incluyó en la segunda entrega de las recopilaciones musicales de la Radio Nacional de Colombia
La ciclovía- Grupo Gualajo
El tercer disco firmado por el Grupo Gualajo se publicó en el año 2013 bajo el título ¿Quién será? Además de canciones bien conocidas como “El conejito”, “María del mar”, “Camarón de agua salada” y “Calavera humana”, se incluyó una vieja canción de Gualajo. Se trata de “La ciclovía”, un currulao dedicado a Bogotá, porque como él mismo cuenta, “yo a donde llego compongo una canción sobre lo que veo”. A manera de curiosidad, compartimos la versión en vivo grabada en 2005 en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia bajo el marco del festival El León en Concierto.
Pango- La Familia Torres
En la vereda Sansón, ubicada sobre el río Guapi, a diez minutos de la población del mismo nombre, se encontraba ubicada una casa mítica. Fue el hogar del abuelo y el padre de Gualajo, y escenario de legendarios currulaos. Fue el lugar donde, según cuenta la leyenda, Don José Torres (padre) venció al diablo en un duelo de marimba. Allí también hicieron peregrinaje obligado cientos de músicos, investigadores, periodistas, folcloristas e incautos aficionados. De la misma manera, fue el lugar donde nació el grupo Los Torres. Acerca de la génesis de esta agrupación, el libro José Antonio Torres Solis “Gualajo”. El hombre de las marimbas encantadas (Ministerio de Cultura, 2014) revela valiosos detalles: “De nuevo en casa, separado de la primera mujer, con la que tuvo los primeros hijos, haría parte del primer grupo musical de su vida. De tanto entenderse en la música, por haber tenido un padre a la vez maestro y director, los familiares crearon El Grupo de los Torres (también llamado El Grupo de la Marimba de los Espíritus), en el año 1987, que fue bastante afamado en esas orillas y en los pueblos cercanos. En el grupo tocaban Genaro, Gualajo y cantaban la mamá, la tía Eulalia y la hermana Florentina, al igual que el primo Paulo Torres y la tía Aleja. Eulalia y Florentina fueron las primeras mujeres que aprendieron a tocar la marimba, pese a que la marimba ha sido siempre un instrumento para varones”.
Si bien Los Torres fueron punto de referencia durante mucho tiempo, nunca grabaron un disco. El único documento que daba cuenta de de su existencia fue el documental La Marimba de los Espíritus (1983), que hizo parte de la serie Yuruparí dirigida por Gloria Triana. Por eso resulta tan valiosa la aparición de la estremecedora producción audiovisual y discográfica La Familia Torres y la Marimba de los Espíritus, publicada en 2013 por Resistencia Music. Allí es posible ver y escuchar a Los Torres reunidos en torno a la mítica “marimba de los espíritus” rendirle homenaje al patriarca Don José Torres Montaño.
Algo que se escapa de nuestra percepción pueril y se adentra en terrenos sobrenaturales se percibe en la interpretación de “Pango”, un aire tradicional de la Costa Pacífica del sur de Colombia.
Primitivo- Grupo Gualajo
La enfermedad y el olvido alejaron a Gualajo de los escenarios y la actividad discográfica. Una de sus últimas correrías fue “Primitivo”, una sabrosa rumba publicada como sencillo en el 2016. Quiso el destino que fuera la última grabación que compartieran Gualajo y su querido amigo Pacho Banguera, quien murió el 6 de mayo de ese mismo año.
Encuentros insólitos y otras curiosidades
La cumbia de la mar- Curupira con Gualajo
En su tercera producción discográfica, la agrupación Curupira invitó Paito, Gualajo y al Cholo Valderrama. Ya fuera azar o epifanía, el resultado fue la primera cumbia con marimba de chonta que se grabó en Colombia. La reunión inédita entre Gualajo y Paito quedó perpetuada no solo en una canción –original de Gualajo- sino, también, en la portada del disco donde juntos aparecen justo en el momento en que empezaron a grabar.
Gwallajé- Pacho Dávila con Gualajo
En los últimos años el trabajo de Cununao, Redil Cuarteto o Luis Ardila ha corroborado que el jazz y las sonoridades del formato de marimba de chonta son compatibles. Antes de ellos Bahía Trío, Primero Mi Tía y Pacho Dávila sentaron valiosos y curiosos precedentes. Tal es el caso de “Gwallajé”, una pieza incluida en Canto mestizo, el segundo disco de Dávila. Sobre la base elástica de la marimba de Gualajo, el saxofonista caleño improvisa yn currulao con ribetes de free jazz. Se unieron a la aventura Teto Ocampo en el bajo, Jacobo Vélez y Tomás Correa en los guasás, Armando Quiñonez en el cununo y Juan David Castaño en el bombo.
Dolores tiene un piano- Magín Díaz y Gualajo
“¡Magín, mágico quiere decir!”. Con esta frase cariñosa pronunciada por Gualajo inicia una de las versiones más inusuales de “Dolores tiene un piano”, incluida en el disco Magín Díaz. El Orisha de la rosa (2017). El par de griots se habían conocido en Cali en el año 2012: “(…) a Gualajo le impresionaba su canto y a Magín le gustaba cómo hacía sonar esos palitos”. Con la compañía de Mayte Montero en las gaitas, se fusionó por primera vez un bullerengue con un aguabajo. En ese mismo disco, Gualajo y Magín grabaron juntos la champeta “Qurimbamba”. Viene bien imaginárselos de parranda en algún lugar del éter.
Himno Nacional de Colombia
En julio de 2009 la Secretaría de Cultura del Valle del Cauca lideró la iniciativa de grabar el Himno Nacional de Colombia a ritmo de marimba de chonta. La producción general estuvo a cargo de Nino Caicedo y la dirección musical recayó en las manos de Raúl Rosero. Participaron músicos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, un coro de niños de Ginebra, ocho marimberos de la Orquesta Sinfónica del Valle y José Antonio Torres.
La luna está floreciendo- Pixvae
Canciones de Gualajo han sido versionadas hasta la saciedad, la mayoría al pie de la letra. De todas ellas llama poderosamente la atención “La luna está floreciendo” a cargo de la agrupación colombo-francesa Pixvae. Este peregoyo incluido originalmente en Esto sí es verdás adquiere sonoridades inesperadas que nos sitúan en un lugar donde convergen currulao, math rock y jazzcore.