Conrad, escritor británico de origen polaco (1857-1924), "me ha dado lecciones valiosísimas desde el punto de vista de la técnica literaria, pero también de la razón por la que escribimos y leemos novelas, toda esa idea de que el mundo es un lugar oscuro que la ficción puede iluminar", manifestó.
El autor de "El ruido de las cosas al caer" hizo esta revelación en una entrevista durante el Hay Festival de Cartagena de Indias, donde presentó su última novela "Las reputaciones", en la que ahonda, igual que en la anterior, en lo más íntimo del ser humano, en los demonios que se alojan en el alma.
Historias humanas complejas y enmarcadas siempre en un contexto político y social que lleva del presente al pasado, y devuelve al presente, con descripciones magistrales de su Bogotá natal.
El espíritu conradiano de Vásquez se plasma en sus personajes, en el caso de "El ruido de las cosas al caer" en Ricardo Laverde, un expiloto que termina preso por transportar cocaína, y en "Las reputaciones" en Adolfo Cuéllar, un senador corrupto, abusador y miserable.
"Conrad ha sido uno de mis autores fundamentales siempre. Los autores tienen dos tipos de influencias, una en términos de vocación, esos autores que te dicen "quiero dedicar mi vida a esto, a hacer libros", y los que tienen influencia en términos de cocina literaria, que te enseñan a construir una estructura, un tono, a resolver problemas técnicos sobre la página", expresó.
Y para Vásquez "Conrad es una influencia en ambos sentidos".
A eso se suma, agregó, que el gran novelista, además de marinero, contrabandista y contratista de la Corona británica, es "uno de los pocos autores que ha logrado con éxito explorar las oscuridades del alma humana al tiempo que exploraba las oscuridades de la política y la vida social".
"En "El corazón de las tinieblas" reconocemos una situación histórica, el colonialismo belga en el Congo, pero al mismo tiempo y sobre todo es una gran reflexión sobre el mal, sobre la capacidad que tenemos para redimirnos", apuntó el autor.
"Ese diálogo entre un gran marco político-social y el individuo más íntimo siempre me ha interesado", remarcó.
"Mis novelas siempre tienen un pie bien plantado en la realidad política y social, siempre tienen un ancla en ciertos hechos y datos de conocimiento público", matizó Vásquez, quien para construir a Mallarino acudió a caricaturistas reales: "Vladdo en Colombia, a datos conocidos de Héctor Osuna en Colombia; al Roto en España y a datos conocidos de Peridis, también en España".
Cuéllar es el retrato de "una estirpe de políticos despreciables que prolifera en nuestros países", y no solo en Latinoamérica sino "también en España", donde Vásquez ha vivido 13 años.
"Las reputaciones" es el primer libro en trece años que Vásquez escribe en Colombia, a donde regresó en 2012. España le permitió "salir de esa realidad atribulada y confusa, mirar a Colombia desde fuera, ganar claridad y cierta impunidad", manifestó para remarcar que entendió "lo difícil e incomprensible" de su país y esa fue la razón que le permitió escribir con libertad.
Vásquez ahora está inmerso en una nueva novela que sitúa en 1914, cuando ocurrieron hechos relevantes en distintos lugares. Ese año en Bogotá fue asesinado Rafael Uribe Uribe, el oficial que inspiró a Gabriel García Márquez a crear al coronel Aureliano Buendía en "Cien años de soledad".
A sus 41 años, Juan Gabriel Vásquez ha escrito cinco novelas, varios libros de cuentos y curiosamente una biografía de Joseph Conrad, del que ya entonces dijo: "cambió para siempre el arte de la novela".
EFE