Si la palabra leyenda suele resultar ser una hipérbole en la mayoría de los casos, la palabra se ajusta bien a la hora de hablar del acordeonero y ocasional cantante y compositor Nicolás Elías Mendoza Daza, el gran Colacho Mendoza. A lo largo de sus 67 años, el músico guajiro, nacido en San Juan del Cesar en 1936, trasegó por los terrenos más tradicionales, llegando a coronarse como el segundo Rey Vallenato de la historia en 1969 y primer Rey de Reyes, en 1987. Y de la tradición pudo pasar fácilmente a los terrenos comerciales, llegando a alcanzar fama internacional como acompañante de Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Silvio Brito e Ivo Díaz, entre otros.
El educador y periodista Jaime Maestre Aponte es el autor del libro biográfico 'Señor Colacho Mendoza: el consagrado'. En él, escribe lo siguiente acerca del protagonismo del músico en el desarrollo de la música de acordeón:
“De esos cien años o más que tiene el vallenato, Colacho Mendoza participó con su vida y arte musical durante más de cincuenta (…). Salió de una zona rural, donde vivía con sus padres campesinos, a un pueblo semiurbano como Valledupar en 1953. Participó en las primeras grabaciones de este folclor; fue un baluarte de la diplomacia y el jolgorio que se utilizó para crear el departamento (del Cesar); impulsor, animador, concursante ganador y jurado en el Festival Vallenato. (…) Recorrió Colombia hasta llegar al exterior. Dejó más de 40 producciones y alrededor de 500 canciones grabadas; unas con su acordeón y su voz, otras acompañando a sus cantantes y una escuela costumbrista de vallenato de ‘verdad verdad’ que se ha caracterizado por tener alumnos que ejecutan el acordeón con similar o mayor maestría de triunfadores”.
Nicolás Elías Mendoza aprendió a tocar el acordeón en la vereda de Sabanas de Manuela, corregimiento de Caracolí, donde nació el 15 de abril de 1936. Luego, al irse a residir en Valledupar, conoció a Rafael Escalona, a quien acompañó en muchísimas correrías. Gabriel García Márquez dijo en alguna oportunidad que el compositor de 'El testamento' y 'La casa en el aire' jamás tuvo un acompañante mejor que Colacho. Justamente Escalona fue quien lo hizo parte de su selecto círculo de amantes del vallenato, convirtiéndolo en el acordeonero favorito de la alta sociedad para serenatas y parrandas, situación que le determinó muchísimas amistades y no pocas envidias.
Cuenta la historia que Colacho obtuvo el título de Rey Vallenato en el 69 luego de que el jurado descalificara a quien ya daban por seguro ganador, Luis Enrique Martínez, por llegar alicorado al evento. Mendoza se batió a duelo con Andrés Landero, llevándose el galardón.
Tras su llegada a la esfera comercial, cuando ya tenía algunos años encima, Colacho Mendoza ascendió al pináculo de su carrera. El investigador musical Tomás Darío Gutiérrez dice que pare entender ese apogeo “tendríamos que buscar la explicación en la escuela de la cual hizo parte, la del vallenato-vallenato como lo llamaba Consuelo Araújo: el vallenato de Valledupar y sus alrededores, que van desde El Paso hasta el sur de la Guajira. Durante mucho tiempo Colacho fue el modelo, el símbolo y el ícono de esa escuela. A todo el mundo enseñó y de todo mundo aprendió”.
Aunque se destacó más como virtuoso del acordeón que como autor, no hay que olvidar que Colacho Mendoza compuso 'De La Junta pa’ La Peña' y algunos otros sones. Una serie de infartos consecutivos se lo llevaron del mundo el 27 de septiembre de 2003.
Esta semana conmemoramos 20 años del fallecimiento de Colacho Mendoza, leyenda del acordeón vallenato. Por eso es nuestro Artista de la Semana.