Han pasado 38 años desde que el maestro Isacc Tacha Niño decidió dedicarle su inspiración a la ciudad de Villavicencio, Recuerdo, que le llega a la mente a medida que inicia la conversación, “siempre tuve el deseo de escribirle el himno a esta ciudad, lo primero que hice fue pedirle la inspiración a Dios, ya había tenido la oportunidad de escribirle una canción a Villavicencio, entonces cogí esa letra que tenía un corte de lo que hoy es el himno y empecé a pulir tanto la letra, como la música. Fue un proceso muy hermoso, de soñar música, y de discriminar muy bien cada palabra, que estuviera muy bien puesta” indicó.
De esta forma, el maestro Tacha le narra a Radio Nacional las fechas exactas del proceso de la obra musical: “yo había hecho en el año 1983 la canción de la que les hablo, y en el año 1984 comencé a trabajarla y a pulirla para presentarla”
“Yo vivía en Bogotá, me vine a vivir a Villavicencio en ese mismo año. En esa época exacta la ciudad no tenía himno y yo había participado en el lanzamiento del ‘Ay mi llanura’ como himno del Meta, de hecho trabajaba con Arnulfo Briceño, en aquellos tiempos, trabajábamos con el mismo grupo, Alma Llanera, de Fernando Lizarazo, y entonces sentía la necesidad de crear ese símbolo que le daría la identidad y el valor a la capital del departamento”, agregó.
Con un trabajo minucioso, el maestro Tacha Niño montó la canción en la academia de música del departamento del Meta, con los profesores de esa institución, grabándola en un caset, ya que en aquella época era tecnología de casetera; jocosamente dice “recién había salido del cartucho”.
El maestro Tacha también recuerda cómo llegó la canción a manos del alcalde de la época: “entonces se hizo la grabación yo no era amigo del Alcalde de Villavicencio, sin embargo, si tenía contacto con el Doctor José María Soler Letrado, quién había sido fundador de la Casa Llanera en Bogotá y con quién tenía conexiones, ya que yo había trabajado con él”
“Yo había sido Director de la academia de música de ese lugar, entonces, le comenté -Tengo el himno de Villavicencio, pero no tengo el Alcalde-, y me dijo: -Camine, yo le presento el Alcalde- y así fuimos donde el mandatario, le presentamos la obra, y a él le encantó, hicimos los comentarios pertinentes y luego se propuso ante el Consejo; además, que este símbolo se necesitaba de forma urgente, porque que se acercaban los Juegos Nacionales y no teníamos himno, así, el mandatario propuso la obra al Consejo de Villavicencio y lo aprobaron”, indicó Tacha.
Continúa narrando, “Una vez aprobado, me fui para la ciudad de Bogotá y grabé el himno de Villavicencio, produje un disco acetato de 45 revoluciones, que le cabían dos canciones, una por cada lado, ahí se metió el himno de Villavicencio y eso fue como recién salido del horno, salió el disco y en el año 1985, en la inauguración de los Juegos Nacionales, se hizo la presentación y el lanzamiento oficial del himno de Villavicencio”.
Significado de las estrofas
Tacha, narra el significado de la letra de la obra: “yo quisiera hablar del coro, dónde dice ‘villavo la bella’, pero, ¿por qué villavo?, porque, simplemente “Villavo” es el apócope de Villavicencio”
“Mucha gente, habla de villavo, no de villao, sino de villavo, como una forma cariñosa de referirse a la ciudad. Por eso el coro dice ‘Villavo la bella y habla de una hermosa estampa tropical, refiriéndose a una foto con mucho contenido, una postal hermosa, y continúa…son los divinos paisajes de mi tierra, en ese momento esta estrofa, le hace fuerza a aquello que es la capital del paisaje colombiano”, enfatiza el maestro.
“Con mucho orgullo, tú eres majestad y capital de la tierra llanera, pues la majestuosidad de Villavicencio, es la jerarquía que tiene dentro de la Orinoquía, ya que Villavicencio, es un punto de cruce de caminos, punto de encuentro de llaneros, la ciudad de acopio de ganado, que llevaban hasta Bogotá, así tiene una serie de connotaciones que la enaltecen en el sentido de ponerla en primer plano, para muchas actividades que se desarrollan en la llanura”, indica Tacha.
Luego viene, ‘luces a tus centauros con sus lanzas fieras, que son guardianes y velan soberanos, toda tu extensa tierra ganadera’, “¿por qué a tus centauros?, esta estrofa, representa el símbolo, de lo que es el llanero a caballo, porque en el llano, el caballo es indispensable en sus ganaderías, además de ser un símbolo de identidad de las personas que habitan las llanuras”, explica Tacha.
Y continúa, “ahora, ¿por qué lanzas fieras?, porque las lanzas evocan a todos los llaneros que estuvieron en las guerras libertarias”, manifiesta.
“Luego, pasamos a la estrofa, de tus parques, tus avenidas y por supuesto de la riqueza hídrica, lo curioso de esa época, realmente, era que solo existía la avenida Alfonso López, y tres parques, El parque Infantil, El parque Los Libertadores, y el parque del Hacha, este fragmento, fue un poco futurista pensando en el desarrollo de la ciudad”, agrega.
Y el maestro, termina la explicación, con: “Hacen de ti un romance, porque Villavicencio es un romance, es una ciudad con mucho amor, Villavicencio es una ciudad de amar, y tararea…por eso hoy luces con el resplandor de gran estrella en los Llanos Orientales…”.
Sonoridad y música
Con la creación del Himno de Villavicencio, el maestro creó sobre la base llanera, un ritmo que se llamó llanero marcial, donde, se puede sentir una reverencia diferente a lo que sería un joropo común y corriente, donde se incluyeron algunos instrumentos sinfónicos, como el violín, la viola, y el chelo que hacen parte de la orquestación.
Orquestación, que no se hizo gigante, por el tema presupuestario de aquella época, pues recuerda como anécdota que los recursos para grabar el Himno fueron propios, “sencillamente quería hacerle este regalo a la ciudad”, indicó Tacha.
Continúa diciendo, “yo mismo toqué, hice los arreglos, llamé a Jaimito Mora, que era uno de los cantantes más importantes que habían en aquella época, quién, había ganado en dos oportunidades el festival de la canción colombiana como solista, con él, se interpretó la canción, también, llamé a unos artistas integrantes del coro a Blanco y Negro para que cantaran, habían un dueto muy bonito que era el de Álvaro Ortiz junto a su hermana, ellos también hicieron parte del trabajo, la verdad reuní un grupo grande, durante la grabación en Bogotá, todos los que participaron estaban en vigencia en la época”.
Y así el Maestro Isaac Tacha Niño, cierra la historia diciendo, “esa orquestación gustó muchísimo, ya que tiene la presencia de la instrumentación llanera, yo mismo toqué el arpa, se adornó con algo de cuerda, incluso, el final tiene algo de rabel, eso hizo que quedara con esa organología donde se utilizó el ritmo marcial llanero, que es hoy el Himno de Villavicencio, Villavo la bella”.