El departamento del Quindío tiene 14 hospitales públicos, en los 12 municipios de su jurisdicción, entre ellos el hospital San Juan de Dios de Armenia, el más importante en esta región que se caracteriza por ser una entidad de primer nivel, que entre otras cosas el 16 de septiembre de 2021 recibió acreditación.
De estas Empresas Sociales del Estado, dos han registrado durante los últimos meses dificultades propias en su funcionamiento, tales como la falta de pago para el personal de salud, cierre de servicios y renuncias masivas de los profesionales.
Se trata de los hospitales La Misericordia de Calarcá y San Camilo de Buenavista, este último perteneciente a las localidades de la Cordillera, los cuales se han visto afectados por la poca demanda en los servicios, dada su reducida población que es de al menos 2.800 habitantes.
Sin embargo, esta situación hizo que la falta de recursos afectara también la prestación de los servicios, pues varios funcionarios han renunciado y otros han entrado en cese de actividades porque les adeudan hasta tres meses de salario.
El otro caso es en el municipio de Calarcá, cuyo hospital es el segundo más importante del departamento del Quindío, que fue intervenido por la Superintendencia de Salud, que encontró 54 deficiencias administrativas, financieras, jurídicas y asistenciales que, según la entidad, ponen en riesgo la prestación segura y oportuna de los servicios de salud de los usuarios.
El Asesor de la Superintendencia Nacional de Salud, José Manuel Suárez, explicó que “la situación más crítica del hospital, es el creciente riesgo financiero represado en un déficit presupuestal que viene aumentando año tras año, al pasar de 3 mil 244 millones de pesos en 2019 a 5 mil 540 millones de pesos en el 2020, y de ahí a 7 mil 108 millones de pesos en los primeros seis meses del año 2021”.
Según el funcionario, esta medida que regirá durante un año, implica la toma de posesión inmediata de los bienes y negocios del hospital, que cuenta con seis sedes, entre ellas la del corregimiento de Barcelona, el más grande del Quindío con 16 mil habitantes, que al igual que el hospital tuvo que cerrar la Unidad de Urgencias debido a la falta de profesionales médicos.
Jhon Jairo Salinas, veedor ciudadano de salud en Calarcá, lamentó lo ocurrido y explicó que lo que anteriormente fue un hospital reconocido a nivel mundial por la FAO, hoy en día está reducido a un puesto de vacunación.
“Lo que está pasando con el hospital de Calarcá, es lamentable, no puede ser que por los malos manejos administrativos, corrupción y los intereses políticos, que se juegan ahí, se haya puesto en riesgo su funcionamiento y ahora está a punto de desaparecer; es lamentable porque esto afecta y atenta contra el derecho a la salud”, dijo el veedor ciudadano.
Alerta preventiva
Dado el cierre paulatino de aproximadamente 20 servicios médicos durante los últimos meses en el Hospital La Misericordia, se declaró la alerta preventiva en la ciudad de Armenia específicamente en el Hospital San Juan de Dios de esa ciudad, con el propósito de prevenir un posible colapso de los servicios de urgencia de tercer nivel de complejidad en este centro, dado que los pacientes que se atendían en Calarcá, ahora se tienen que trasladar a la capital quindiana a diferentes procedimientos médicos.
Entre tanto, por la intervención de la Supersalud ya se habilitó de nuevo el servicio de urgencias en Calarcá. Autoridades como la Gobernación del Quindío manifestaron que aún faltan más servicios por abrir, por lo que harán gestiones para tener más áreas de atención habilitadas para los pacientes.
Así lo explicó el mandatario de los quindianos, Roberto Jairo Jaramillo, al asegurar que, “aunque la gerencia del hospital cumplió la promesa de habilitar el servicio de urgencias, aún falta trabajar para que el hospital esté funcionando al 100 %, pues por el momento no se brindará toma de imágenes diagnósticas ni pruebas de laboratorio, y los pacientes con condiciones graves seguirán siendo atendidos en centros médicos de Armenia”.
SuperSalud también informó que, en relación al Plan Nacional de Vacunación contra la Covid-19, se identificó que el hospital no garantiza la capacitación a los equipos vacunadores, incumple con las medidas de bioseguridad, no garantiza la calibración y mantenimiento preventivo de los termómetros, y no ingresa a la plataforma Paiweb la información de los usuarios vacunados oportunamente.
Por último, concluyó la Supersalud que con el Hospital La Misericordia de Calarcá, ya son 16 los hospitales públicos que se encuentran con medida preventiva forzada por parte de la entidad, y el octavo intervenido durante la época de pandemia.