El Boca Juniors argentino y el Fluminense brasileño se ven las caras este sábado en el mítico Estadio de Maracaná en Rio de Janeiro (Brasil) con la deseada Copa Libertadores en juego para conquistar el prestigioso trono del fútbol sudamericano, un duelo en el que se enfrentarán la experiencia 'xeneize', con seis trofeos en sus vitrinas, y la ilusión 'fluzao' por estrenarse en el torneo.
Casi 80.000 espectadores disfrutarán este sábado en Maracaná (21.00 horas) de la fiesta del fútbol de Latinoamérica, con el envite entre dos colosos del continente. En una final de la Copa Libertadores empañada en las últimas horas por los graves altercados con aficionados ultras de ambos equipos implicados, Boca y Fluminense enfrentan su historia y los diferentes caminos hacia el ansiado partido por el título.
El conjunto argentino, después dejar por el camino al Nacional uruguayo, en octavos y al Racing Club de Avellaneda, en cuartos de final, antes de sufrir ante el Palmeiras brasileño del madridista Endrick en semifinales. Tras el 0-0 del partido de ida, el equipo argentino accedió por medio de los penaltis a su 12ª final de Libertadores, después de empatar (1-1) en los 90 minutos de la vuelta, jugando con uno menos por la expulsión de Rojo la última media hora.
En la definitiva tanda, el ex del Valencia Edinson Cavani empezó fallando, pero el meta Sergio Romero sostuvo a Boca, que terminó venciendo por 2-4, gracias al último penalti anotado por Guillermo Fernández. Antes, en Palmeiras, fallaron Raphael Veiga y Gustavo Gómez. Ahora, los argentinos añoran su séptima Libertadores, un trofeo que no ganan desde 2007.
Y es que los 'xeneizes' viven una maldición con el torneo, ya que desde esa fecha han perdidos otras dos finales: en 2012, cuando el Corinthians fue el 'verdugo', y en 2018, en el 'Clásico' argentino ante River, con el Estadio Santiago Bernabéu como escenario de la primera final disputada fuera de Latinoamérica y a partido único de la competición. Así, esperan que, en los últimos 15 años, a la tercera vaya la vencida e igualen los 7 títulos del CA Independiente, como entidad con más trofeos.
El encargado de impedir este hito será el Fluminense brasileño, que juega en casa y cuya tradición en la competición no ha sido demasiado exitosa. Es la segunda vez que el equipo carioca llega a una final de la competición en su historia. Con nueve participaciones en el torneo, el mejor resultado del 'tricolor' fue un subcampeonato en 2008, en una final que perdió por penaltis ante el Liga de Quito. Una edición en la que ya eliminó a Boca en semifinales.
Para llegar al duelo, los cariocas, con el exmadridista Marcelo en sus filas, tuvieron un camino algo más plácido. En octavos, superaron sin excesivos problemas a Argentinos Jrs, mientras que en cuartos pasaron con nota el trámite frente al Olimpia paraguayo. Sin embargo, en semifinales necesitaron de un encuentro heroico para acceder 15 años después a la final de la Libertadores.
Los de Fernando Diniz se vieron las caras con el Inter de Porto Alegre, con el que empataron (2-2) en la ida. Ya en la vuelta, con todo por decidir, remontaron el tanto inicial de Gabriel Mercado para los brasileños con dos goles en la recta final de John Kennedy y Germán Cano, máximo anotador del torneo con 12 goles en 11 partidos.
Los brasileños, con solo un triunfo en sus últimos seis encuentros del Brasileirao, deberán luchar también contra la historia, ya que el último antecedente, en 2012 y en cuartos de final, fue favorable a los argentinos, que tampoco llegan en las mejores condiciones, tras enlazar dos partidos sin ganar en la Copa de la Liga.