Un nuevo informe presentado por la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), evidenció el aumento de violencia contra periodistas, que han sido amenazados y censurados en el país. Tan solo en el año 2019 las cifras de comunicadores amenazados se elevaron a 177, además, los números han venido en aumento desde la firma del proceso de paz en el año 2016.
El documento señala que entre 2014 y 2016 se registraron 257 casos, mientras que de 2017 a 2019, la cifra se ubicó en 583. Estas acciones a la fecha han obligado a más de 15 periodistas a desplazarse y abandonar su lugar de origen.
En el programa La Señal de la Mañana de Radio Nacional de Colombia, Jonathan Bock, director ejecutivo de la Flip, aseguró que el aumento de las amenazas a periodistas se ha dado por la disputa de distintos actores armados que se disputan los territorios, y parte de su estrategia es silenciar a los periodistas.
“Algunos de los lugares más golpeados por estos ataques son Putumayo, Nariño, Norte del Cauca y Arauca, territorios que se han convertido en zonas vedadas para el periodismo que impiden a los ciudadanos conocer realmente la situación del país”, señaló Bock.
Debido a la situación, los medios nacionales y regionales no tienen garantías para enviar reporteros a ciertas regiones del país. La violencia se ha convertido en la estrategia usada para amedrentar e intimidar a la prensa, ocasionando que no cubran lo que sucede en el territorio nacional, y los medios terminen autocensurándose.
A lo anterior se le suman los casos de cuatro periodistas exiliados y dos periodistas asesinados, uno en Arauquita (Arauca) y otro en Samaniego (Nariño), vinculados a proyectos comunitarios que informaban sobre el proceso de paz. Según el informe, las formas de amenazas varían, van desde llamadas y mensajes de texto, hasta el uso de fotos de familiares con información detallada. En algunos casos se les da un periodo de tiempo a los amenazados para abandonar dicho territorio.
Por otro lado, los casos de acoso judicial hacia los periodistas también se han incrementado, con el fin de que los comunicadores dejen de publicar y sus investigaciones no salgan a la luz pública. La forma tradicional de hacer periodismo está siendo condicionada por la violencia y ha llevado a que se genere una crisis en la manera de informar.
Situación laboral de los periodistas
Frente a temas como el actual ámbito laboral de los periodistas y la propuesta que ha surgido de implementar una tarjeta profesional en dicha labor, Bock también se refirió.
“La crisis de la industria periodística es global y en los últimos años ha golpeado a Colombia. Desde hace cuatro años han sido despedidos por lo menos 1.100 periodistas, algo que sin duda afecta la pluralidad y la diversidad de voces, y termina asfixiando un ecosistema de medios como el colombiano que es muy limitado”, manifestó el director ejecutivo de la Flip.
A nivel regional, la situación es aún mas complicada debido a que el numero de medios es limitado. A su vez, termina por afectar a las nuevas generaciones de comunicadores que se deben adaptar a las nuevas dinámicas de la profesión.
La Flip, por su parte, no está de acuerdo con la expedición de una tarjeta profesional para los periodistas, debido a que no va con la realidad del país y seria ponerle barreras y límites a los reporteros regionales. Para la fundación, es un tema que debe debatirse, teniendo en cuenta a los diferentes sectores que están involucrados para que se abra un nuevo panorama que se ajuste a los futuros profesionales de la comunicación.
Escuche aquí la entrevistra completa a Jonathan Bock, director ejecutivo de la Flip: