Los paisajes del Caribe colombiano engalanan. Las montañas, los árboles, mares, ríos, nevados, desiertos se convierten en toda una obra de arte que desde siempre han sido fuente de inspiración de compositores, poetas y artistas.
Justamente una de esas artistas es Yarime Lobo Baute, quien busca con su trabajo devolver un poco lo que la naturaleza refleja en sus destellos y plasmar color, creatividad e ingenio en murales, edificaciones, espacios emblemáticos y algunos un poco olvidados.
Es todo un referente artístico de Valledupar. Ella se define como una mujer arquitecta de profesión, fotógrafa por afición, escritora de corazón, emprendedora de convicción, una artista vallenata que con su trabajo viste de colores al departamento del Cesar. Sus creaciones están presentes en el emblemático puente de Hurtado, en callejones del centro histórico, en colegios y murales.
Ella ha denominado su apuesta transformadora como acupuntura macondiana. Es, según sus palabras, “una simbiosis, una mezcla, una fusión de un concepto arquitectónico denominado acupuntura urbana que toma concepto de esa técnica milenaria china, de intervenir ciertos lugares y rehabilitar áreas, así se hace en la arquitectura, interviene espacios físicos.
Además, precisa que el concepto está hilado con todo un criterio artístico, que se hace como un tejido de mochila ancestral, que si bien, se apega al criterio de la arquitectura, arropan de magia ese realismo mágico macondiano bien ilustrado por García Márquez en el libro ‘Cien años de soledad’.
Las obras de Yarime Lobo llenan de color rincones del Caribe colombiano. Su arte lo plasma en colegios, callejones del centro histórico y el balneario Hurtado. En la cárcel de Valledupar también hizo intervención con la obra ‘Alas de libertad’, un mural que realizó con apoyó de las reclusas.
Esta creativa y sensible artista casi siempre se le ve con coloridos vestidos, y para trabajar se rodea de otras mujeres a quienes busca empoderar. Ella sabe del poder femenino caribeño. Fue elegida mujer Cafam en el Cesar con una gran relevancia a nivel nacional.
Además, sigue siendo una convencida de que su trabajo genera un alto impacto por el colorido de sus obras y la temática sensible que siempre busca a la hora de exaltar el ser en cada boceto, obras en lienzo, muralismo, mosaiquismo en los que imprime amor, empeño, dedicación y profesionalismo.
Sensibilidad y colorido
Sus obras tienen un sello característico cuyo enfoque le permitió participar en el proyecto de impacto nacional e internacional ‘Hechos de Paz’, el cual fue ejecutado por la Fundación Cedavida y auspiciado por la Alta Consejería para la Reintegración, ACR, y la Unión Europea. De allí salió el desarrollo de los talleres de memoria histórica, que desencadenaron en el diseño de murales artísticos realizados por colectivos que fueron denominados ‘Los murales de la reconciliación`.
Cerca de un centenar de obras realizadas y presentadas en exposiciones, reflejan la calidad de su arte. Una de las más recientes se dio a conocer en la zona minera del departamento del Cesar, específicamente en La Jagua de Ibirico; allí cautivó a sus habitantes con la película del que con Amor te Canta, inspirada en toda la belleza que guarda en sus adentros la Serranía del Perijá y una preciosa canción que evoca al gran Creador de tal belleza.
Una de sus creaciones que le da más orgulloso es la portada y más de 20 lienzos que reposan en el libro ‘Concentración de tierras en Colombia, una radiografía rural’, escrito por las investigadoras Cristina Díaz y Ada Bayona, el cual llegó a las manos del Papa Francisco, gracias a la visita del presidente Gustavo Petro al Sumo Pontífice.