Los pueblos indígenas Inga Y Kamëntsá están distribuidos en los municipios de Colon, Santiago y el Valle del Sibundoy. En el Alto Putumayo, tan solo en el Valle del Sibundoy habitan aproximadamente 6.029 indígenas Kamëntsá, distribuidos en 1476 familias, que corresponden 42% de la población del municipio.
Con el pueblo inga se comparte no solo territorio, sino parte de la identidad cultural. Como son las celebraciones culturales; el Atun Puncha (día grande) para el pueblo Inga y el Bëtsknaté (el carnaval del perdón) para el pueblo Kamëntsá, las dos conmemoran y reivindican la existencia del territorio. Así mismo, se comparte parte de la indumentaria, que representan la identidad cultural.
Los pueblos indígenas del alto Putumayo, se caracterizan por la habilidad de las artesanías, en el tejido de chaquira, en el tallado en madera y la cestería, donde plasman los diferentes relatos y las historias vividas de sus antepasados.
Tras los procesos de colonización territorial, las comunidades han tenido que reinventarse constantemente para poder seguir perviviendo como pueblo, y una de las formas es la produccion audiovisual, liderado por los mismos indígenas.
Una de las protagonistas es Leidy Johana Agreda Muchachasoy, en el Valle del Sibundoy, actualmente está culminando la licenciatura en pedagogía de la madre tierra en la universidad de Antioquia y es técnica en creación audiovisual, dentro de su territorio viene acompañando dos procesos culturales; la escuela de comunicación intercultural Voces Del Arcoíris y el colectivo Resistencia Por La Vida.
“Hemos sentido la necesidad y la importancia de narrar nuestro territorio, nuestras historias, nuestras vivencias, desde el audiovisual, ya que éstas tienen más facilidad para llegar a las familias y a los jóvenes. La tecnología bien utilizada permite conectarse con nuestra propia identidad cultural”, comenta, Leidy agreda, líder del colectivo.
El trabajo audiovisual que se hace en el alto putumayo significa una apuesta por el territorio, por la ancestralidad y los conocimientos propios y unos de los temas más importantes es la recuperación de lengua materna.
Dentro del pueblo Kamëntsá existe el principio muy fundamental, el Camuëntsá Yëntsá, Camëntsá Biyá “hombres de aquí mismo con pensamiento y lengua propia”.
“Como Kamëntsá debemos sentipensarnos la lengua materna desde nuestras familias, Los jóvenes y los abuelos. La familia cumple un papel importante dentro de esta iniciativa, ya que es el pilar fundamental para fortalecer la identidad cultural”, asegura.
Caminando las memorias
El trabajo que realizan los diferentes colectivos van enfocado en la recuperación de su lengua materna, la de visibilizar la cultura y su cosmovisión desde un trabajo comunitario, por ejemplo, desde el colegio bilingüe artesanal Kamëntsá se realizan talleres lúdicos ancestrales, que implica sacarlos de las cuatro paredes, llevarlos a la chagra, enseñarles sobre las plantas medicinales, la forma de siembra, las fases de la luna y la enseñanza de su lengua materna.
“Nuestra primera pieza audiovisual tuvimos la oportunidad de hacerlo con un abuelito, quien nos habló todo en lengua materna, y, son los niños los que están aprendiendo junto a él. Es de gran importancia el rol del abuelo”, relata.
En el año 2023 se formaliza el proceso de formación liderado desde IÑE producciones, un colectivo que se suma al proceso con el apoyo de la convocatoria “jóvenes por el cambio” del Ministerio de Cultura, como producto de este proceso formativo, nace el Shinyak Fest. El primer festival de la Tulpa, un evento artístico, cultural y pedagógico que busca promover e incentivar el rescate de las memorias ancestrales y visibilizar los talentos emergentes del departamento a través del audiovisual.
Tejidos en red
El Putumayo, desde hace cuatro años, cuenta con el Concejo de Cinematografía y Audiovisuales, un espacio que permite fomentar diálogos desde el arte y cultura para la transformación de los tejidos socio-culturales y ambientales, que surge para el fortalecimiento del sector y ecosistema audiovisual.
“La conformación de este concejo cinematográfico en el departamento ha permitido que nos mapeemos, que sepamos donde estamos ubicados, que sepamos que estamos trabajado en el alto, en el medio y bajo Putumayo. Ya podemos decir que en cada municipio podemos rastrear a las personas y colectivos que están trabajando el audiovisual” comenta, Robert Brand, realizador de cine y televisión del Putumayo.
Miradas desde adentro
Uno de los retos y desafíos que enfrenta el sector audiovisual para los productores indígenas son los insuficientes espacios para la visibilizacion de sus trabajos.
"Cuando se publica un video y si no le dan “bombo” este no llega a la gente. Los espacios que se generan son cerrados y no accesibles y no se cuenta con los medios. A veces uno crea una pieza y quiere que lo vea todo el mundo, para que de verdad lo sienta, lo viva y, sobre todo, que si es algo que está concientizando y fortaleciendo pues que llegue a las personas”, expone Leidy Agreda.
Las producciones que nacen desde las miradas de los mismos indígenas requiere del apoyo de todos “cuando alguien crea una pieza audiovisual, y se está promocionando lo mínimo que uno debe hacer es compartir para que llegue a más gente”, señala.
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El valor que se le tiene que dar a las formas de contar desde el audiovisual en las comunidades indígena debe ser un valor reivindicativo. No solo se hace por mostrar, se está retratando la esencia, un sentir. Que si no se sigue fortaleciendo esa identidad, puede llegar a perderse.
“Los pueblos indígenas atravesamos diferentes luchas para mantenernos en el tiempo y el espacio. Sobre todo, para seguir reivindicando nuestra forma de vida, nuestros pensamientos nuestras tradiciones. Tenemos que apostarle a un fortalecimiento desde adentro, desde nuestras comunidades que se está dejando a un lado el sentipensar propio, debemos seguir reivindicando desde dentro, seguir naciendo desde adentro, y esto nos va permitir seguir preservando nuestra memoria y nuestros saberes y tejidos propios”.