Poema pictórico a prueba de fuego
La exposición se fue construyendo a lo largo de 20 años de vida, cada pieza nació de manera individual a modo de huellas de su existencia y en la elaboración de su portafolio cada una se convirtió en un poema pictórico, que sin saber fue evidenciando entre las obras una conexión que las integraba como “cuerpo sagrado”.
“Fue tejer mi vida entera donde la parte pictórica nace, crece y genera el crecimiento del Punto de Partida. Visualmente es posible interpretar en él melodías de arte, convirtiéndose en una obra que da nacimiento al artista… generando un reglamento íntimo personal con un código en el lenguaje propio que deja fluir las pasiones más enaltecedoras, como lo es el momento del arte en su creación”, manifestó la artista manizaleña.
La exposición está integrada por 18 piezas pictóricas que van articulando la historia desde su nacimiento como artista, hablan de la fuerza, el tiempo la familia, donde se aprecia el desprendimiento del cordón umbilical que genera libertad y a su vez nostalgias del camino recorrido.
Las obras son en gran formato en acrílico sobre lienzo con estuco para generar texturas y profundidades más allá de los colores, que en este caso predominan entre el negro, blanco, rojo y dorado.
