Ayer en Pereira se cumplió el encuentro de gobernadores que representan a la Federación Nacional de Departamentos, donde se abordan temas clave para el desarrollo de las regiones. En particular hacen énfasis en la regulación de los vapeadores en el país, que cursa dos proyectos de ley en el Congreso de la República, y proponen reducir el consumo de estos productos que afectan la salud de los ciudadanos a través de impuestos en su valor, lo que podría generar mayores ingresos para los departamentos, como en el caso de los cigarrillos.
“Este es un impuesto que estamos solicitando las regiones. Primero, para bajar o disminuir el consumo de estos elementos que tanto afectan la salud de la ciudadanía y segundo, para que lo que ha disminuido en el impuesto del tabaco pueda ingresar por vapeadores al territorio departamental y mejorar las arcas fiscales de nuestros departamentos", explicó el gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño, quien también es vicepresidente de la Federación Nacional de Departamentos.
Dos proyectos
Cabe recordar que en el Congreso cursan dos proyectos de ley: el primero es
El Proyecto 308 de 2023, del ponente Armando Zabaraín, que pretende establecer un impuesto de 300 pesos por cada gramo de tabaco de los consumibles de tabaco calentado, y para los vapeadores o cigarrillos electrónicos, la tarifa sería de 300 pesos por mililitro de solución líquida consumida. En ambos casos, a estas tarifas se les adiciona un impuesto del 10% sobre el precio de venta al público.
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A la par, cursa otro Proyecto de Ley 228 de 2024, de la representante Carolina Giraldo, que pretende fijar un impuesto al consumo para productos de tabaco calentado de $11.175 pesos por cajetilla y, para los vapeadores, de 2.000 pesos por mililitro de solución líquida, así como un impuesto adicional del 30% sobre el precio de venta al público, que en este caso y a diferencia del proyecto del representante Zabaraían, incluye los dispositivos electrónicos.
Adicionalmente, esta iniciativa busca triplicar el impuesto a los cigarrillos, que pasaría de $3.725 por cajetilla a $11.175 pesos.
Profundizan
En ese sentido, ambos proyectos parten de la misma lógica: se incrementan las barreras de acceso, vía impuestos a estos productos, y se incentivará una disminución en su consumo.
De acuerdo con un estudio de Fedesarrollo, por un lado, el proyecto de ley de Armando Zabaraín adopta un enfoque equilibrado, considerando la evidencia internacional y estableciendo impuestos coherentes para estos productos emergentes. Además, mencionan que el impuesto propuesto se alinea con la meta de reducir el consumo de nicotina y salvaguardar la salud.
Por su parte, sobre el proyecto propuesto por Carolina Giraldo, se pronunció recientemente la Federación Nacional de Departamentos, desde donde se advierte que, al tener tarifas de impuestos relativamente altas, podrían tener un impacto negativo y fomentar la introducción de productos de baja calidad, la proliferación del mercado negro y una disminución en la recaudación fiscal, lo que, a su vez, socavaría los esfuerzos para controlar y fiscalizar estos productos.