El pesebre o portal Belén es una pieza que, si bien forma parte de las creencias religiosas de muchos hogares colombianos, también constituye una tradición que se ha conservado a través de distintas generaciones como una expresión artística y una opción de sustento para los artesanos en épocas de festividades navideñas.
La tradición de elaborar el pesebre nació en la Edad Media, cuando San Francisco de Asís quiso recrear el nacimiento de Jesús, práctica que con la llegada de la conquista española se impuso en tierras americanas dentro del proceso de sincretismo cultural y religioso, conservándose hasta la época actual.
Con el tiempo esta práctica ha tenido variaciones, dando lugar al Belenismo, una forma de manualidad dedicada a la construcción de portales. “Es un proyecto muy lindo que viene desde España y está dedicado a perfeccionar las ciudades y sus grutas dentro de la elaboración de los portales utilizando material reciclado”, cuenta Yolanda Ruano, artesana nariñense, dedicada a la realización de belenes e integrante de la Asociación Mundial de Belenismo desde hace más de 13 años.
Esta representación plástica del nacimiento de Jesús es posible en variedad de materiales, formas y tamaños, los hay en fibra de choclo, coco, naranja, Yolanda por ejemplo los trabaja en piedra falsa con la ayuda del icopor reciclado.
“La elaboración del pesebre es un acto de creatividad en el que confluyen varios aspectos como el espacio, gusto y estilo de quien desea tener la historia de navidad en sus hogares como centro para la reunión y el compartir familiar”, afirma la artesana.
En su mayoría, estos portales o nacimientos son elaborados en talleres de mujeres artesanas, quienes se dedican a recrear la historia de navidad de acuerdo con los pedidos que hacen los amantes de estas figuras, convirtiéndose en una manera de exaltar el trabajo manual y lograr ingresos económicos.
Tal es el caso del taller Laurita, liderado por Mónica Apráez, una microempresa familiar que se dedica a la elaboración de estas obras reciclando el icopor que viene en los electrodomésticos.
“Nosotros elaboramos los portales de acuerdo con las necesidades del solicitante, así poco a poco nos vamos fortaleciendo y logramos llegar a más personas tanto dentro del departamento de Nariño como en el exterior donde hemos tenido la oportunidad de estar con nuestras obras”.
Estos nacimientos son elaborados a escala, con las figuras que los clientes prefieren, ambientado en las escenas que se relatan sobre la vida de Jesús, uno de los aspectos que más motiva a Yolanda en su elaboración, “hace muchos años descubrí mi afición en la aplicación del arte manual, del colorido de la historia sagrada, me encantan sus técnicas, es una manera de ingreso y de satisfacción porque logro tranquilidad cuando los elaboro”, comentó.
Los materiales son entre otros pan, colbón, arcilla o estuco, la talla se logra en icopor que luego es recubierto con estuco, luego la pintura de las figuras que va de acuerdo con la complacencia de las personas y que usualmente se solicitan de 20 a 30 centímetros.
“Según la descripción que el cliente nos da de lo que quiere, vamos haciendo el diseño con papel y lápiz, y luego se lo hace una realidad, son emociones hermosas las que logramos a través de nuestro talento, podemos construir obras muy reales que a través de la imaginación podemos darle vida a un pedazo de icopor transformándolo en una verdadera obra de arte”, expresa Mónica.
Artesanas como Yolanda y Mónica, se especializan día a día en Belenismo, una técnica que les ha permitido explotar su talento, descubrir su sensibilidad y un emprendimiento personal con el que han logrado sacar adelante a sus familias durante la época de Navidad.