Arrópame que tengo frío, Urpi Barco Feat. Claudia Gómez
La cantante Urpi Barco ha sido diestra en la combinación de sus propias composiciones con material del folclor de las costas colombianas. Así ha consolidado una carrera de más de 15 años, primero como integrante de las agrupaciones Eyelé y Comadre Araña y luego como solista en discos con fuertes elementos de jazz. En 2020 presenta desde España su nuevo trabajo titulado ‘Manglares’, que contiene ritmos de agua salada y agua dulce, propio de los ecosistemas de mangle, uno de los más diversos del mundo. Con influencia de la improvisación del jazz, la voz de Urpi Barco navega en los cantos de boga, la cumbia, el currulao, la chalupa, el porro, los romances del río Atrato y el realismo mágico de Macondo. ‘Arrópame que tengo frío’ es una canción del repertorio tradicional del Pacífico colombiano en un arreglo para quinteto de jazz, con la colaboración especial de la cantautora colombiana Claudia Gómez.
Que vengan por mí, Masilva
Cada quien ha asumido la pandemia y sus bemoles como le nace. En el caso del cantautor bogotano Camilo Martínez Silva, ‘Masilva’, la clave del humor no ha faltado y es así como en este tema, con todo el sonido del Caribe, les pide a los marcianos que se lo lleven. Su autor ha calificado la pieza como “un bullerengue apocalíptico, un grito de auxilio, un clamor de cambio”. El proyecto musical de Masilva tuvo origen en España y luego se enriqueció con elementos criollos y afro tras su dilatada estancia en Lima. De regreso a Colombia hace ya unos años, el “electrovador que se inspira en la tradición latinoamericana y el barullo urbano” no para de componer y de grabar, y esta es una nueva prueba de ello.
Pajarillo no pierdas vuelo, El Yopo
Fabio Quintero es El Yopo, un joven compositor, cantautor, intérprete de bandola llanera, cuatro, guitarra eléctrica y productor, nacido en Maní, Casanare y adscrito al movimiento del denominado Joropo Alternativo. Su madre, Myriam Walteros, campesina, le enseñó sus primeras melodías en cantos de ordeño que les hacía a los becerros para recoger la leche de las vacas en la finca. Su primer cuatro lo tocó a los cuatro años, y a los 16 años empezó a estudiar música. Su apodo surgió, según él, porque “es una palabra originaria de las culturas nativas del Llano colombo venezolano, que traduce corazón o esencia. Representa el espíritu sagrado y el saber ancestral de pueblos antiguos de este lugar". A su regreso a Colombia luego de vivir una temporada en Buenos Aires, donde fundó el grupo Capybara, El Yopo ofrece este nuevo sencillo en el que lo acompañan músicos porteños en batería, bajo, cuatro y maracas.