“Un hombre un día conoció a la mujer de sus sueños, y él queriendo ser su dueño, su mano le ofreció, y le dijo: “Yo por usted me trasnocho”, pero lo rechazó tratándolo de corroncho”.
Esta historia reza en una de las canciones que interpreta Alfredo Gutiérrez, pero: ¿Qué es en realidad ser corroncho?
Antiguamente, el corroncho era una corteza que le salía en el tronco a algunos árboles en el campo. De ahí se usó para denominar a las personas auténticas y puras nacidas en el campo, era un elogio. Sin embargo, el significado de esta palabra se fue deformando, y convirtiéndose en un agravio, debido a los ataques entre regiones, así lo explica el periodista caribe, Juan Gossaín.
«Se volvió: “Mira el corroncho ese”, “Los costeños son todos unos corronchos”, o en el interior dicen: “Costeño ni grande, ni pequeño”, lo mismo pasó con corroncho. Ahora, corroncho es un agravio: “¡Mira a ese corroncho!”, y los corronchos son los que hablan el idioma más puro, más auténtico, como te digo los que mantienen las costumbres más genuinas, más puras. ¡Yo estaría orgulloso de ser un corroncho si lo fuera! Pero si no lo somos, no. Porque sería apropiarnos de lo que no nos pertenece».
Inocencia, despiste y desparpajo, son algunas de las características que tiene en su ser el corroncho. Según el periodista Adlai Stevenson, es una categoría cultural que describe al habitante de la región Caribe de nuestro país.
“El corroncho es un poquito inocente, y despistado en cuanto a las posibilidades del ser humano, y tienen una cosa que yo reivindico, que es el desparpajo absoluto para mostrar su condición sin ningún tipo de vergüenza”, afirmó Stevenson.
Pero, la palabra “corroncho” va de la mano con la palabra “cachaco”, porque con el pasar del tiempo a las dos les ocurrió lo mismo.
«Y resulta que “cachaco” es, en el origen de la lengua española, persona bien educada, bien puesta, bien vestida, de buenos modales. Yo me acuerdo de niño en mi tierra, por allá en el departamento de Córdoba, en San Bernardo del Viento, “cachaco” era un elogio, la gente saludaba a los que venían del interior, diciéndoles: “Buenos días señor cachaco”, ahora no. Lo mismo pasó con corroncho», aseguró.
Con el paso del tiempo, y de distintas formas se ha intentado reivindicar el término “corroncho”, y hasta se ha asociado con aquel que no tiene miedo de ser Caribe. Sin embargo, de acuerdo a la región, situación, y al origen de la palabra, varía su significado.