Descubre cómo el Día Internacional del Sol inspira canciones icónicas del rock colombiano de las décadas de 1960 y 1970, donde el sol es protagonista y metáfora de la vida y la naturaleza. ¡Sumérgete en esta selección musical llena de energía y nostalgia!
Desde el 2015, los países del hemisferio norte celebran el 21 de julio el Día Internacional del Sol. En nuestra zona intertropical, a pesar de que el solsticio de verano coincide con las fiestas decembrinas, el jubileo no nos es ajeno: desde la Colonia, por ejemplo, en los departamentos de Tolima y Huila las fiestas juninas que conmemoran el nacimiento de San Juan Bautista, también están ligadas a ritos de fecundidad, como augurio para la prosperidad de las cosechas de arroz.
Evitando hilar más fino, la fecha sirve de pretexto para compartir algunas canciones del rock colombiano, editadas entre 1966 y 1975, en las que la estrella colosal aparece como escenario, como metáfora o simplemente personificada.
“Habían pasado los nublados días, y el sol se puso a laborar el trigo. Y el bosque era sonoro. Y en la atmósfera palpitaba la luz como abeja de ritmo”
Escribió el poeta nariñense Aurelio Arturo. Sea esta la ocasión para recordar, así suene a perogrullada, que en lo alto hay un fulgor que es perpetuo.
Los Speakers, ‘La casa del sol naciente’
Publicado en pleno fervor del movimiento 'Ye Yé' en Colombia, a finales de 1966 el segundo larga duración de la banda bogotana Los Speakers enmarcó el punto más alto en la popularidad de su breve carrera. También punteó el inicio de su contrato por tres grabaciones más con el sello Bambuco. Un par de canciones escritas por Luis Dueñas y Rodrigo García, miembros fundacionales de la agrupación, versiones de The Beatles, The Rolling Stones, Gerry and The Peacemakers, Chuck Berry, Bob Dylan y el arreglo de una pieza original del barroco, integran este disco que goza hoy de gran recordación por la singular interpretación en castellano de 'The house of the rising sun', una sombría canción rural estadounidense popularizada dos años antes por The Animals.
Génesis, ‘La casa donde nace el sol’
Grabada por el folclorista estadounidense Alan Lomax en 1937 durante una expedición por Kentucky, “The house of the rising sun” –originalmente llamada “The rising sun blues”- pronto se convirtió en una suerte de estándar del blues y del folk. Antes de que The Animals la hiciera famosa, fue interpretada por Woody Guthrie, Peter Seeger, Joan Baez, Nina Simone y Bob Dylan. En Colombia, luego de la versión de Los Speakers, otros artistas como Lyda Zamora, Juan Nicolás Estela y Humberto Monroy se dejaron contagiar por el espíritu melancólico de la canción y la incluyeron en sus grabaciones. La de Monroy, traducida ingeniosamente por él mismo, hace parte de Gene-Sis A- Dios (1972), la primera placa del grupo que lo mantendría ocupado hasta 1992, año de su muerte en Zipaquirá.
Óscar Golden, ‘Sol en el andén’
Nacido en Calarcá (Quindío), el 16 de septiembre de 1946, Óscar Isaac Goldemberg Jiménez, mejor conocido como Óscar Golden, se convirtió en el primer gran ídolo nacional de la Nueva Ola con 'Boca de chicle', una canción escrita por el cantautor nadaista Pablus Gallinazus, quien, a su vez, es el autor de 'Sol en el andén'. Incluida en Golden 67, su segundo disco para el sello Estudio 15, la versión del calarqueño difiere sustancialmente de la original. Si bien mantiene la imagen de una mujer que juega con los rayos del sol, la de Golden es una triste historia de amor fallido que sucede en una estación del tren.
Pablus Gallinazus, ‘Sol en el andén’
Natal de Piedecuesta, Santander, Gonzalo Navas Cadena, quien se hizo célebre por su llamativo nombre artístico, debutó para el sello Estudio 15 con Protesta de Pablus Gallinazo (1967). Vetado por el Ministerio de Comunicaciones del gobierno de Carlos Lleras Restrepo, este disco contiene virulentas diatribas políticas como 'Una ciudad llamada Pablo' y 'Sol en el andén'. Esta última, a diferencia de la versión suavizada de Golden, pone en escena a una mujer, iluminada por los rayos del sol, que aguarda sin esperanza la llegada de su amado. Desde el éter, un soldado lamenta su funesto destino: “He debido volver de la guerra en Oriente, mi amor, pero yo no llegué”.
Los Hermanos Ferreira, ‘Cuando calienta el sol’
Ricardo, Carlos, Álvaro y Néstor, cuatro de los hermanos Ferreira nacidos del matrimonio de Marcela Pinto y Luis Carlos Ferreira, se dedicaron desde muy temprana edad a la música. A mediados de los años cincuenta debutaron en Radio Sincelejo con un repertorio de cumbias y vallenatos. Allí empezó un periplo delirante que incluyó giras por Suramérica, conciertos al lado de Louis Armstrong y una presentación histórica el 20 de noviembre de 1960 en el show televisivo de Ed Sullivan en Nueva York. Eventualmente retornaron a Colombia y registraron Los Ferreira a Go Go!! (Discos Daro, 1967), un disco rocanrolero que incluye esta versión del clásico veraniego de Los Hermanos Rigual.
Elia y Elizabeth, ‘Ponte bajo el sol’
Nietas del célebre cantante de ópera zaragozano Miguel Fleta, Elia y Elizabeth Fleta Mallol nacieron en Bogotá el 22 de marzo de 1953 y el 29 de mayo de 1954, respectivamente. Sobrinas, también, de Elia y Paloma Fleta –que gozaron de buena fama en los cincuenta- no es de extrañar que las hermanas se dedicaran a los oficios musicales. Instaladas en Barranquilla, luego de vivir parte de su adolescencia en Lima, Perú, cantaron en una gala benéfica donde las vio Graciela Arango de Tobón, quien advirtió de su talento a Álvaro Arango, director artístico de Codiscos. En 1972 debutaron con una obra maestra del pop sicodélico local, arreglada en clave de funk tropical por Jimmy Salcedo. Allí está una canción en cuyo cándido estribillo se esconde un luminoso ensalmo: “Ponte bajo el sol y quema tus heridas, con la luz del sol todo termina”.
Harold y su Banda, ‘Bajo el sol’
La carrera musical del caleño Harold Orozco comenzó a fraguarse de la mano de Alfonso Lizarazo y Carlos Pinzón en Radio 15. Con la complicidad de este último grabó su primer sencillo para Discos Phillips en 1964. Paralelo a su trabajo como arreglista y compositor en el sello Estudio 15, se consolidó como estrella del rock ´n´roll colombiano con un par de grabaciones editadas para Discos Fuentes. A comienzos de los setenta brilló como baladista, estuvo una temporada en Estados Unidos y regresó para grabar Evolución (1975), un insólito registro que puso al descubierto su genialidad. Mezcla potente de jazz progresivo y funk latino, este disco no tiene presa mala: incluso 'Bajo el sol', la menos impetuosa, suena memorable.
Lukas, ‘Hermano sol, hermana luna’
El 9 de diciembre del convulsionado año de 1948, nació en Cali Luis Carlos Mejía. Se lanzó como cantante nuevaolero en Medellín bajo el seudónimo de Milton Mejía con un sencillo grabado por Discos Victoria en 1965. Una década después fue apadrinado por Armando Plata, quien lo lanzó al estrellato con una sorpresiva grabación patrocinada por el sello Codiscos. Titulada escuetamente con el que sería su nombre artístico desde entonces, Lukas (1975) contiene canciones que van y vienen entre disertaciones teológicas, distopías lisérgicas y alabanzas de clara influencia franciscana como 'Hermano sol, hermana luna'.
Ana y Jaime, ‘Estaciones en el sol’
En 1967 Estudio 15, el empeño fonográfico de Alfonso Lizarazo, pasó a llamarse Discos 15. Entre los nuevos artistas fichados se encontraba un dueto vocal que se había dado a conocer en la televisión como Los Hermanitos Valencia. Influenciados por el fervor político de la llamada “canción protesta”, entre 1969 y 1970, Ana y Jaime hicieron dos grabaciones para Discos 15, y un par de años más tarde pasaron a Codiscos en cuyo inefable catálogo de sencillos se encuentra 'Estaciones en el sol'. Este conmovedor adiós de una persona que presiente su muerte es la adaptación al castellano de 'Seasons in the sun', éxito de Terry Jacks basado, a su vez, en 'Le moribond', la conocida canción de Jacques Brel. La del tándem Valencia circuló en un escurridizo disco de siete pulgadas y en el volumen 11 del Exitómetro de 1974.
Norman y Darío, ‘Colgadas del sol’
En junio de 1966 se estrenó el primer larga duración de Los Yetis. El que era por esos días un trío integrado por los hermanos Juancho e Iván Darío López y Juan Nicolás Estela carecía de una base rítmica estable. El agite y la fama sorpresiva los obligó a incorporar a dos nuevos integrantes: Norman Smith en el bajo y Hernán Pabón en la batería. Luego de la disolución de la banda en 1968, Iván Darío y Norman se instalaron en Bogotá y crearon un efímero dueto que registró uno de los monumentos del pop contestatario colombiano. Se trató de Las primeras protestas (CBS, 1969), disco que incluye “Colgadas del sol”, un himno antibélico que contó con los soberbios arreglos orquestales de Harold.