Funcionarios de la Alcaldía de Medellín tuvieron que persuadir a los líderes de la comunidad emberá katío, que se encuentran albergados en el coliseo Carlos Mauro Hoyos, para que les permitieran trasladar a centros asistenciales de la ciudad a dos menores, que presentaban cuadros de desnutrición crónica.
Se trata de la misma comunidad indígena que, a mediados de esta semana, protagonizó una serie de desmanes en el Centro Administrativo La Alpujarra y que irrumpió en las instalaciones del primer piso de la Alcaldía de Medellín, en protesta por las políticas que la actual Administración Distrital ha adoptado para contrarrestar las actividades de mendicidad y explotación sexual en las que están siendo involucrados los menores de este grupo poblacional.
“Cuando tratamos de llevar a los niños a hospitalización, la comunidad indígena se rebotó, no nos dejó llevar a los niños que estaban en riesgo inminente de muerte. Ya en las horas de la noche logramos convencer a las madres de que nos dejaran hospitalizar a los niños. Ya están hospitalizados, pero uno de ellos presenta un cuadro grave de neumonía”, explicó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
Estos menores, provenientes del Chocó, estarán bajo observación médica. Ha señalado Quintero que buscará que los niños de esta comunidad sean vinculados al sistema educativo de la capital antioqueña.
“Hemos dispuesto toda la logística necesaria para que puedan volver a sus territorios; si eventualmente se quieren quedar aquí, la condición es que no pueden pedir plata con los niños, no pueden ponerlos a trabajar en la calle. Eso no está permitido y no es aceptado”, agregó el mandatario local.
Para concretar planes efectivos de retorno o reubicación de este grupo poblacional, este jueves iniciaron las mesas de concertación entre la Administración Distrital, líderes de esta comunidad indígena y entidades como el ICBF, la Personería de Medellín, Procuraduría y la Unidad de Víctimas.