La primera entrega se llevó a cabo en el municipio de Pueblo Rico, corregimiento de Santa Cecilia, donde 20 comunidades indígenas de los resguardos Gito Dokabú y Emberá Chamí recibieron 300 kilos de semilla de maíz nativa y herramientas agrícolas, que a la par respeta sus usos y costumbres ancestrales.
Con esta dotación se espera la cosecha de más de 4 toneladas de maíz, garantizando la seguridad alimentaria de las familias, especialmente de niños y niñas de estas comunidades.
Asimismo, la Asociación de Productores Piscícolas, Asopsanta, conformada por 17 familias afrodescendientes, recibió 8.000 alevinos de mojarra para la producción de aproximadamente dos toneladas de pescado, fortaleciendo su economía y promoviendo la soberanía alimentaria en la región.
Luis Duque, director técnico de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Risaralda, destacó que este proyecto no solo busca entregar insumos, sino también dignificar el trabajo de los productores rurales y fomentar la agricultura campesina, familiar y comunitaria con un enfoque diferencial para mujeres rurales, jóvenes y comunidades étnicas.
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Por su parte, Iván de Jesús Mosquera, productor de la zona, resaltó la importancia de estas entregas para el desarrollo del campo: “Nos vemos muy beneficiados con estas entregas, porque esto es para la tierra, para cultivar y producir alimento. Lo que nos entregaron nos ayuda mucho: palas, fumigadoras y abono”, destacó.
Fortalecimiento agrícola
A pesar de la inversión y el alcance del programa, persisten desafíos en la consolidación de un modelo de desarrollo rural que garantice la estabilidad económica de los productores. De acuerdo con los productores, hay obstáculos como la infraestructura, el acceso limitado a mercados y la necesidad de asistencia técnica; por ello piden que dichas entregas sean a largo plazo.
Gerardo Andrés, integrante de la comunidad indígena Gito Dokabú, de Risaralda, expresó: “Esperamos que siga la colaboración para todos nosotros los productores del departamento. Necesitábamos semilla y herramientas para trabajar, pero que esto sea un apoyo permanente para quienes trabajamos a diario por la tierra y sobre todo por nuestras comunidades indígenas”, concluyó.