Luis Felipe Núñez Mestre, el autor de ‘Todos somos islas’, el libro de cuentos con el que obtuvo el Premio Casa de las Américas, en su edición 63, nació en Valledupar en 1992, estudió Derecho y una maestría en Periodismo. En 2014 ganó el Tercer Premio Nacional de Cuento La Cueva y en 2018 el Premio Distrital de Cuento Ciudad de Bogotá.
“Por fortuna tengo la convicción de que cuando uno se presenta a un premio lo más probable es no ganárselo, sobre todo sí te das cuenta de que este año hubo un número récord en la recepción, participaron 353 libros como el mío, seguramente de todo tipo de escritores a lo largo del continente”, manifiesta Luis Felipe tras conocer el resultado del concurso.
“Uno no espera que una probabilidad tan baja de uno entre 353, el resultado sea el que uno espera que es ganar, es para sorprenderse”, dice este vallenato residente en Bogotá y colaborador de las revistas Arcadia y El Malpensante.
‘Todos somos islas’
En el acta el jurado describe así su obra: “Son historias que se adentran en zonas tenebrosas de la realidad latinoamericana, con eficacia narrativa, intensidad y ritmo, personajes muy bien perfilados psicológicamente y lenguaje de amplio registro que no evade lo coloquial popular. Por sus páginas desfilan seres enajenados, consumidos por el miedo, pisoteados por las drogas, la violencia, la impunidad, los abusos y prejuicios contra las mujeres, la niñez fracturada, las injusticias cotidianas, y con indudable maestría logra un cuadro estremecedor que incita rabia y a la vez compasión, sin respuestas ni moralejas, ni elucubraciones ontológicas, ni finales predecibles, pero que obligan al lector a reflexionar y, por qué no, a tomar partido”.
A sus 30 años, el escritor vallenato explica que esto es el producto de un largo trabajo: “Cuando estas cosas llegan, no queda nada distinto que agachar la cabeza y sentirse muy honrado, porque en un libro hay mucho trabajo, y creo que un premio es en últimas un galardón al libro que es el producto, pero también a todo el trabajo que hay detrás de un libro, a todas las lecturas, a todos los trasnochos, a todas las horas sentado leyendo en buses, en bares, en cafés, en oficinas, y más con este que es mi primer libro y más con este que es un galardón que premia a un escritor caribeño y más este que es un libro que llevo trabajando 10 años”.
La cultura vallenata y su obra
Luis Felipe Núñez Mestre describe a su infancia como nómada y atípica. “A pesar de que mi familia materna Mestre hace parte de la historia de Valledupar y lleva allí más de 200 años, es cierto también que mi papá era militar y eso significó que mis primeros años de infancia transcurrieran en Valledupar, en Barranquilla, Montería, en Bogotá, en Chiquinquirá que es la ciudad donde nació mi padre, luego viví una temporada en Buenos Aires, y volví a Bogotá y Valledupar”.
Se reconoce como un hombre global pero definitivamente cercano a sus orígenes vallenatos. “Creo que esa realidad latinoamericana que identifica el jurado es porque todos los cuentos de ‘Todos somos islas’ ocurren en la misma ciudad y esa ciudad es un collage de ciudades, casi que un remix de las cosas que me han impactado de los sitios en que he vivido; por supuesto Valledupar ocupa un lugar importante, la luz de Valledupar es la luz que me imagino cuando cierro los ojos, el bosque que me gusta es el bosque seco tropical, el aroma de la tierra, el aroma del patio de la casa de mi abuela en la calle 11 con carrera 11”.
“Sí, hay recuerdos que inevitablemente están vinculados con mi familia, con mi genealogía vallenata, con esa tradición de poetas, con la rebeldía de los artistas que no nos dedicamos necesariamente al vallenato o de los artistas que han pregonado su rebeldía desde el vallenato; pienso en la obra de Hernando Marín (compositor de música vallenata), en la obra de Celso Castro Daza (artista plástico), en la obra de Alonso Sánchez Baute (novelista), que son para mí artistas de una rebeldía importantísima y de una sensibilidad que me hace sentir menos solo en los momentos donde cuestiono mi calidad de vallenato”, explica.
Pero aclara que también piensa en otras expresiones artísticas, “en los grupos de rock y de punk que hay en Valledupar, en la inquietud de ciertos artistas que no se dedican necesariamente al vallenato, también al ímpetu de quienes sí lo hacen, al ímpetu del niño acordeonero que dura mucho tiempo aprendiendo a tocar un instrumento musical. Creo que el teclado de un computador emula a veces el teclado de un acordeón, lo que no nos hace en últimas tan distintos unos a otros”.
Su madre Elisa de Jesús Mestre nos cuenta que desde muy niño Luis Felipe manifestó interés e inquietud por el arte en general, la lectura, el teatro, la pintura y que mantiene con él una relación muy buena y permanente. “Su obra es vanguardista”, afirma.
El viaje continúa
Darío Leguízamo, coordinador literario de la Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez de Valledupar, anota que Luis Felipe es uno de los escritores jóvenes más destacados en Colombia y una promesa de las letras latinoamericanas.
Mientras espera la premiación en Casa de las Américas y asume la edición del libro en la edición cubana y la edición colombiana, Núñez Mestre sigue laborando.
“En este momento trabajo en la escritura de una novela, la tengo en un 25 por ciento, y amerita que salga rápido el libro también para dedicarme a su escritura; además estoy planeando un viaje, desde principios de año estoy ahorrando para un viaje algo largo en el 2025, que quizás tenga que ver con un tercer proyecto de libro, de novela, relatos de viajes o libro de cuentos. Por lo pronto, continuar trabajando, el mérito de un premio es ante todo al trabajo y ante eso no hay otra respuesta que seguir trabajando”.
Luis Felipe Núñez Mestre está invitado a la Feria del Libro de Valledupar a realizarse del 8 al 11 de junio de 2023. “Qué sabroso hablar de literatura en la casa de uno”, enfatiza.