Con la participación cultural de las colonias de los departamentos de Caquetá, Nariño, Huila, Antioquia y Atlántico junto a delegaciones de Ecuador y Perú residentes en el municipio de Leguízamo, Putumayo; inició el XV Encuentro Trifronterizo.
En la jornada pluricultural que se extenderá hasta el 30 de octubre, Albín Castro, director de las escuelas municipales de formación musical precisó que los pueblos indígenas Coreguaje, Murui Muina, Siona y Kichwa cantarán y danzarán al ritmo de sus tonadas que interpretarán en su lengua materna.
Programación
Para este viernes se tiene prevista una caminata ecológica hacia el resguardo Alto Predio Putumayo de la comunidad indígena La Samaritana, mientras que en el parque central ‘Los Héroes’ se realizará una feria agroindustrial y artesanal.
Luego de los octagonales de balompié, se dará la bienvenida a las colonias de Perú y Ecuador y en la noche, participarán en una velada cultural.
“Ese día, los embajadores de las colonias peruanas, ecuatorianas y colombianas, recorrerán representativos lugares de Puerto Leguízamo para conocer su historia. Así mismo en el parque central se llevará a cabo una exposición fotográfica que mostrará diferentes episodios sociales y culturales sucedidos a lo largo de los 102 años de fundado Leguízamo”, dijo Floralba Calderón Rosero, representante de la colonia nariñense y gestora de la tradicional celebración.
El sábado en la mañana todas las colonias participarán en una muestra gastronómica trinacional y en la tarde; un leguizameño que supera los 70 años de edad intentará por segunda vez; cruzar nadando el río Putumayo. En la noche, la velada cultural estará a cargo de la colonia ecuatoriana.
El domingo, la celebración iniciará con una alborada, posteriormente continuará con un desfile de carrozas en las que participarán delegaciones de Perú, Ecuador y Colombia. En la noche finalizará el encuentro trifronterizo con la presentación de agrupaciones musicales.
Tradición
“El Encuentro Trifronterizo inició en Puerto Leguízamo hace 48 años, es decir en 1974. En esa época esta celebración era muy sencilla, llevaba por título Semana Cultural y se efectuaba en un internado donde actualmente funciona la institución educativa José María Hernández. Fue en el año 2004 cuando dicha celebración cambió de nombre por el actual apelativo”, dijo la gestora cultural Floralba Calderón.
Mientras saborea un bocado de chica, tradicional bebida elaborada con maíz trae a su mente aquellas escenas en las que en aquel entonces; las familias indígenas, campesinas y afrodescendientes se reunían en el centro de la población para desfilar con sus trajes típicos y algunas cabezas de ganado.
“En el parque principal se solían exponer sombreros y los principales productos agropecuarios de la región. En los desfiles aún se acostumbra a jugar con talco, tal como se hace en Ipiales, al sur de Nariño; mi tierra natal”, expresó.
Con el paso de los años, Floralba asegura que esta celebración que une y contagia de felicidad a colombianos, ecuatorianos y peruanos se va modernizando sin perder la esencia de una fiesta que entre dos fronteras tiene como propósito unir comunidades y reconciliar corazones.