La firma internacional Standard and Poor’s (agencia de calificación de riesgo estadounidense en servicios financieros) confirmó a través de un comunicado, que bajó la calificación de Colombia de BBB- a BB+, lo que indica que el país perdió el grado de inversión.
El ministro de hacienda, José Manuel Restrepo confirmó la noticia, e indicó que esto puede representar mayores costos en los intereses de financiación para el país. Sin embargo, explicó que Colombia sigue y seguirá obteniendo financiación.
S&P explicó que esta decisión se tomó por la situación de ‘debilidad fiscal persistente’ en Colombia, debido a que la pandemia de Covid-19 “exacerbó la debilidad del perfil fiscal del país, aunque la tendencia al empeoramiento estuvo presente durante la mayor parte de la última década” y que como en muchos otros países emergentes, la pandemia evidenció las falencias de las redes cobertura social, “lo que probablemente aumentará el crecimiento del gasto en el largo plazo”.
Asimismo, el comunicado se refirió al retiro de la reforma tributaria en el Congreso como un factor determinante en la calificación, “que en un contexto de altas presiones de gasto, deriva en una probabilidad significativamente menor de que Colombia mejore su posición fiscal, luego de un reciente y marcado deterioro”.
S&P indicó que esperaban que la reforma fiscal “se diluyera” durante el debate del Congreso, pero que a su vez derivara en algunos ingresos corrientes adicionales y permanentes. Por el contrario, la firma señala que la reforma encontró una marcada oposición política y protestas de algunos segmentos de la población, que si bien la mayoría han sido pacíficas, también han ocurrido eventos de violencia.
El comunicado explica que la calificación podría seguir bajando en los próximos 12 a 18 meses, si la economía colombiana no presenta recuperación en 2021 y deriva en un crecimiento del PIB más bajo de lo esperado en años posteriores. “Un deterioro percibido en la efectividad institucional de Colombia, evidenciado por la incapacidad de formar un consenso político y social, con el fin de sostener el crecimiento y su perfil fiscal, también podría llevarnos a bajar la calificación”, señalan.
La firma indicó que el Gobierno, de la mano del nuevo ministro de Hacienda, busca conciliar con varios grupos que participan en las protestas, así como con otros grupos sociales, y de esa manera obtener apoyo político para presentar una propuesta alternativa de política fiscal. “Las perspectivas de reformas estructurales sustanciales son bajas a corto plazo, dadas las protestas en curso y la proximidad de las elecciones nacionales del próximo año”.
Por otro lado, S&P señaló que la perspectiva es estable, “lo que refleja nuestra opinión de que la recuperación económica, junto con algunas medidas fiscales, estabilizará el nivel de deuda del Gobierno durante los próximos dos o tres años, luego del reciente deterioro”.