Algeciras, Pitalito y Neiva son los municipios con mayor riesgo para líderes sociales y personas en proceso de reincorporación en Huila. La conclusión fue dada luego del último Consejo de Seguridad, convocado por la Gobernación, en la que se evaluó, entre otros aspectos, los tres últimos asesinatos registrados, de personas que trabajaban por la implementación del Acuerdo de Paz.
El secretario de Gobierno del Huila, Franky Vega Murcia, reconoció que ante las dificultades de orden público registradas durante esta semana, es necesario fortalecer más la seguridad y especialmente en estos tres municipios donde se han visto mayores hechos de violencia durante el primer semestre de 2020.
“El gobernador, después de trazar las acciones y medidas expuestas, agendó en junio una nueva reunión para evaluar los resultados en materia de protección de líderes y personas en proceso de reincorporación en la mira de los violentos. Es claro que necesitamos resultados para la seguridad y tranquilidad de los huilenses”, dijo el funcionario departamental.
Por su parte, Libardo Pinto, alcalde de Algeciras, el único municipio priorizado en el marco del Acuerdo de Paz en el Huila, aseguró que el grado de vulnerabilidad de su localidad es producto de un “duro camino que ha demandado avanzar hacia el posconflicto”.
Para Guillermo Arango, excombatiente en proceso de reincorporación y miembro del Partido Farc en el Huila, desafortunadamente los lugares que ellos dejaron hoy son foco de violencia.
“Consideramos que esta situación es muy difícil, que se ha convertido en un reto para nosotros. Esto nos ha generado dificultades para cumplir nuestros proyectos y compromisos de carácter social en el territorio, por lo dispendioso para podernos mover. (…]) Pero la preocupación es por el hecho mismo de la vida:, ¿qué sentido tiene comprometerse con proyectos y actividades con la población en proceso de reincorporación cuando no se tiene la certeza mínima de la seguridad y de la vida?”, expresó.
Durante esta semana que finaliza, se han presentado en Huila tres muertes violentas. El primero fue el asesinato de Saúl Rojas González, presidente de la junta comunal del barrio San Juanito de Algeciras; otro fue Carlos Monroy, presidente de la Asociación de Padres de Familia de la Institución Educativa Juan XXIII, quien fue ultimado en la vereda Líbano de Occidente, también en Algeciras; y Manuel Olaya Arias, excombatiente asesinado en la vereda El Diamante, corregimiento Chapinero, zona rural de la capital.
En lo que va de año, Huila ya van cuatro líderes comunales asesinados: tres en Algeciras y uno el Campoalegre, y dos excombatientes: uno en Pitalito y otro también en Algeciras. Ante esto, la Fuerza Pública ha venido anunciando que fortalecerá su presencia en estos territorios para evitar el incremento de hechos de sangre en la región.
“Hay estructuras interesadas, especialmente las extremas, en no permitir el ejercicio de la Paz. Particularmente en las zonas donde se presentaron los dos últimos asesinatos, el compañero de Tolima y ahora en Chapinero, en Neiva, son corredores estratégicos para movilizar el narcotráfico, y esa es una realidad. Son grupos armados que están utilizando el nombre anterior Farc para justificar y enredar todas estas cuestiones, y no quieren nuestra presencia allá con el trabajo social porque se está llamando a la comunidad efectivamente es a protagonizar la paz”, afirmó Arango.