En la tarde del lunes 4 de octubre se desarrolló la lectura del fallo dentro del proceso disciplinario que adelantó la Policía Nacional contra la patrullera Andrea Cortés Guarín. La funcionaria fue sindicada del hurto de una crema para los ojos, el 23 de junio de este año, en una droguería ubicada en el centro comercial Titán Plaza, al norte de Bogotá.
En el fallo se afirma que la patrullera Andrea Cortés, la primera uniformada trans en la institución, incurrió en falta gravísima a título de dolo "por apropiarse de pertenencia de particular en beneficio propio", y por ello, la Policía la destituyó e inhabilitó por 11 años para ejercer cargos públicos.
“Se garantizó el debido proceso y derecho a la defensa y la decisión se tomó con fundamento en las pruebas legalmente allegadas al proceso”, señaló la Policía.
La patrullera Andrea Cortés, luego de todo este proceso, fue inhabilitada para ejercer cualquier cargo público por 11 años. Además, según se ha conocido la defensa, presentará un recurso de revocatorio de este fallo disciplinario ante la Procuraduría General de la Nación.
Cabe recordar que todos estos hechos se conocieron luego de que circulara un vídeo de seguridad de la farmacia, en el que al parecer se evidenciaba que la funcionaria empacaba en su bolso unos productos sin cancelarlos.
Por su parte, el general Carlos Rodríguez, inspector general de la Policía, señaló que la Inspección ha sido respetuosa de todos los derechos constitucionales y legales, que amparan a los involucrados en este tipo de actuaciones administrativas, llevadas a cabo por parte de la institución.
“Es de resaltar que la investigación disciplinaria y la decisión que como consecuencia de esta se adoptó fue proferida por la autoridad a quien la ley, en este caso 1015 del 2006, régimen disciplinario para la Policía Nacional, le otorga la competencia por lo cual es legal”, aseguró el oficial.