El Centro de Atención y Valoración de fauna silvestre, CAV, que está a cargo de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, se ha convertido en una esperanza de vida para animales que han sido atacados en Santander.
El lugar que está ubicado en Floridablanca, presta desde el 2004 sus servicios para la recuperación y protección de especies que fueron sacadas de su hábitat natural.
Es pionero en realizar una cirugía de reconstrucción facial a una ‘martucha’ que fue rescatada con varias heridas en su cara, al parecer, causadas por el ser humano. Tenía el rostro destrozado, los huesos de las fosas nasales expuestos al aire y el labio superior destruido.
Juan Sebastián Mejía, médico veterinario que está a cargo del CAV, indicó cómo se logró la intervención, “tomamos parte de los cachetes del animal y los estiramos hasta cubrir la parte superior del labio. Tenía infección”.
La misma suerte de la ‘martucha’, la corrió una iguana con serias lesiones en la boca. El animal presentaba afectaciones en la boca y la zona nasal, “en la intervención se le cerraron los espacios y siguió un tratamiento con antibióticos para evitar que se le infectara y su recuperación fuera exitosa”.
En las manos de estos ‘ángeles’ que atienden en el CAV también logró curarse un águila sabanera que chocó contra una aeronave que se encontraba en pista del Aeropuerto Internacional Palonegro.
El fuerte golpe le produjo al animal un accidente cerebro vascular y lesiones en los ligamentos; su condición era delicada y eso le impedía abrir y cerrar la garra de la extremidad.
“Presentó una contusión, trauma craneoencefálico y entumecimiento en uno de sus miembros posteriores. Se le dio un tratamiento incluyendo medicina homeopática, analgésicos, complejos B y neuro estimulantes”, indicó el médico veterinario.
Este caso fue exitoso pues el águila se recuperó en tiempo récord con fisioterapia y trabajos en una tina con agua para recuperar sus movimientos y la fuerza.
Pero al centro no solo llegan animalitos para cirugías reconstructivas sino también aquellos que el ser humano insiste en domesticar. Mamíferos, réptiles y aves son rescatados y atendidos allí para luego ser liberados a su espacio natural.
Más de mil animales, entre tortugas, serpientes, loras, pericos, zarigüeyas y faras, han sido atendidos por la Cdmb de los cuales cerca de un 90% han vuelto a su hábitat en perfectas condiciones.